y desarrolla cada uno, de esta manera, hay un mínimo de 6 m de distancia
entre árboles intercalando árboles de porte pequeño, mediano y grande.
Cabe destacar que cada planta cuenta con un rótulo que indica el nombre
científico y se le asignó un identificador, cuya descripción está en una guía
detallada de cada especie y que podrá ser accedido mediante un código QR
con sus principales características para que los visitantes puedan obtener
información detallada.
La coordinación de la siembra estuvo a cargo de cinco estudiantes
edecanes, que fueron distribuidos en los grupos que conformaron cada una
de las universidades públicas: Jovita Bolaños, Dylan Hernández, Brifferson
Alvarado, Gustavo Aguilera y José Esteban Quesada, quienes en todo
momento guiaron y asesoraron a los participantes para que el proceso se
realizará correctamente.
En un futuro cercano se mantiene la expectativa de que el proyecto continúe
en su segunda fase, con el grupo de estudiantes voluntarios, quienes han
tomado la iniciativa de continuar recolectando árboles, ya que estos llevarán
sus nombres en el Arboretum como colectores.
El espacio físico designado para esta segunda etapa cuenta con capacidad
para la siembra de 200 árboles más, pero el objetivo es que sea una
colección de especies regionales y exóticas, por lo que solo la primera fase
contará con especies nativas de la zona de Balsa.
Dada la importancia de contar con este espacio para la recreación y
reforestación, el proyecto ha sido impulsado desde CONARE, la Rectoría de
la UTN y las Autoridades de la Sede de Atenas. Por esta razón, el señor
Emmanuel González, actual presidente de CONARE, reconoció que esta
iniciativa trae consigo un cambio importante en la población y la política del