ISSN: 2215-5538 Enero a Junio, 2021 Volumen 4, Número 1
COMPARTIENDO HISTORIAS DE VIDA Y APRENDIZAJE:
UN ENFOQUE BIOPEDAGÓGICO
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Kattia Rebeca Rodríguez Brenes
Corresponsal y compiladora
Universidad Técnica Nacional, Costa Rica
krodriguezb@utn.ac.cr
https://orcid.org/0000-0002-7684-5769
“Las personas somos una tarea en progreso…”
Melania Brenes Monge
Resumen
La relevancia de nuestro aprendizaje se fundamenta en la articulación de
experiencias vividas y puestas en piezas para lograr armar la maravillosa historia
de nuestra vida. Esta vinculación entre observar, analizar, descartar, comparar,
asumir y ajustar son parte de ese andamiaje de las estructuras, como lo afirma
López y Maturana (2003), aprendizaje se expresa en la vida misma y “no consiste
en acumular conocimientos, sino en reorganizar nuestro pensamiento a través
del conocimiento. El conocimiento no es algo sumativo, sino algo reorganizativo
que, cada uno lo va hilvanando y lo va construyendo, como solemos decir, en
espiral” (p. 95).
Es así como la historia de Melania Brenes permite conocer cómo su aprendizaje
se fue hilando desde temprana edad, en donde su primer “nicho” (su núcleo
familiar), fue el lugar que le condujo a la construcción de los
andamios/conexiones biopedagógicas, en un proceso constante de evolución
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hasta la actualidad. Así mismo, su personalidad extrovertida y alegre le permitió
compartir todo lo que ella considera como un tiempo hermoso de gran desarrollo
integral.
Marco Referencial
Todas las experiencias de aprendizaje son fortalecidas mediante estimulaciones
constantes, naturales e indispensables para la vida, según el enfoque
biopedagógico, que afirman los autores Alfaro, Badilla y Miranda (2012), en
cuanto a las interacciones cognitivas de un ser vivo con lo que le rodea, en un
sentido amplio.
Por ello, Maturana (1994) señala que “el aprendizaje es un continuo reacomodo
de sí mismo en relación con el conocimiento que el exterior nos ofrece” (p.130).
Es por eso que la construcción de saberes “es un aprender de la vida y vivir
aprendiendo. Es una relación dinámica y creativa entre el vivir el aprender de los
procesos y las comunidades en contextos concretos” como lo afirma Medina
(1994, p. 47). Así, esta relación esta relación dinámica o participación activa tiene
una fuerte relación, y producen un binomio entre ajustar y equilibrar el
aprendizaje de forma continua.
Esta interacción entre sus estructuras y las nuevas estructuras que se van
ajustando en forma continua es lo que Hernández (s.f.) afirma como “aprender
viene a entenderse como el proceso en el que el sujeto participa activamente.
Asimila conocimiento y con ello sus estructuras conceptuales se renuevan a cada
instante, se desajustan y equilibran en forma continua, se amplían y refinan en el
tiempo.” (p. 3).
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Para esos procesos en que el sujeto participa activamente, es inherente la
necesidad de entornos que generen las condiciones para que el aprendiente se
apropie de nuevos conocimientos, de nuevas experiencias, de nuevos
elementos, que le generen procesos de análisis y reflexión.
Socialización de la experiencia
“Las personas somos una tarea en progreso…”
Melania Brenes Monge
Cuando se aprecia el relato de la historia de una persona, se aprende de los
contextos y las interrelaciones que se van dando en los diferentes nichos vitales.
Basta con conocer la historia de Melania Brenes Monge para comprender los
fundamentos teóricos del aprendizaje desde un enfoque biopedagógico y cómo
se articulan los cuatro saberes en el desarrollo integral de las personas.
En 1982 en la ciudad de Cartago, nació Melania Brenes M., sin duda alguna, una
época convulsa económica y políticamente hablando. Proveniente de una
familia pequeña, de clase media. Asiste a una escuela pública ubicada detrás
de la Basílica de Cartago, llamada Escuela Los Ángeles.
Su madre Flor fue educadora, de la última generación de la Escuela Normal de
Costa Rica, que actualmente se conoce como la Universidad Nacional de Costa
Rica. En cuanto a su padre Danilo, estudió en un colegio vocacional en Artes
Gráficas y se desempeñó en el diseño gráfico, diseño editorial y serigrafía. Ambos
son reconocidos por ser una pareja muy jovial y unida, distinguiéndose cada uno
en su rol dentro de su hogar. Su padre un hombre extrovertido y jovial, poniendo
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ese toque positivo ante la vida. Y su madre a su vez, una mujer alegre y optimista,
así como rigurosa y cuidadosa en la crianza de sus hijos.
Sus padres conforman una pareja muy unida, han estado muy presente en la
vida de sus seres queridos. En este momento ambos se encuentran pensionados,
pero no dejan de manifestar toda esa experiencia de vida a sus hijos, familiares
y allegados. Definitivamente, como lo afirma Melania, su infancia fue maravillosa,
a pesar de limitaciones económicas en algunos momentos, nunca experimentó
alguna necesidad. Siempre hubo una familia, unos abuelos, y unos tíos muy
generosos.
“Mela”, como cariñosamente le dicen, es la hija del medio, sus hermanos, Danilo
el mayor y su hermana menor Evelyn. A todos siempre se les inculcó el respetarse,
así como, el cariño y la fraternidad entre ellos. De igual modo, la responsabilidad
y compromiso de hacer bien las cosas que se les asignaba, aunque eso implicaría
más tiempo en hacerlo. En palabras de ella “sin saberlo en ese momento, mis
padres nos estaban inculcando en mis hermanos y en mí, el ser asiduos y
voluntariosos. Mis hermanos son seres humanos extraordinarios, sensibles y
preocupados. La compañía que nunca nos va a faltar”.
Aunado a lo anterior, los paseos familiares cuando niños son inolvidables. Parece
que fue ayer, cuando visitaban y jugaban en el parque del centro de Cartago,
los viajes a la playa de Puntarenas, comiendo ¡huevos duros! y deliciosos
“sanguches” en el bus. Y los inigualables ¡Churchill! (hielo picado o raspado con
sirope, cubierto de leche en polvo y leche condensada); así como, caminar por
todo el trayecto del Paseo de los Turistas, sin duda alguna, esos recuerdos
permanecen intactos en su mente. Asimismo, en ocasiones especiales como
cumpleaños o festejos, a pesar de las limitaciones económicas que se podrían
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enfrentar en esa época, alguien se convertía en el afortunado o afortunada,
porque los llevaban a comer pollo, una hamburguesa o una ensalada de frutas
en un lugar muy popular y céntrico de San José.
Desde su infancia Melania, resaltaba por su independencia y su mente visionaria.
Muy llevadera, conciliadora y amigable con todos, compartiendo tiempo con
sus amigos del barrio y escuela, pero le encantaba, tener espacios para estar a
solas y reflexionar. Cabe señalar, que las personas que la conocían le exaltaban
su forma extrovertida y alegre, así como su aspecto físico, ya que desde siempre
fue más grande y tener sobre peso en comparación con sus compañeritos y
amigos. Es por lo que en ocasiones esa jovialidad compensaba su apariencia
más grande. Fue por esta razón, que desde el kínder se sintió preocupada por su
imagen corporal. No estuvo exenta de groserías y experiencias difíciles por estar
“gordita”.
En la primaria, resalta la influencia positiva y amorosa de sus maestras, la Niña
Paulina Fedullo y la Niña María Antonieta Calvo, las cuales fueron muy
importantes en su formación. Esto, porque siempre manifestaban en todos y
todas sus estudiantes la idoneidad. También, era muy perceptible el respeto y la
dedicación que día a día sus maestras entregaban, para que sus alumnos fueran
personas alegres, responsables, dedicados y excelentes en sus trabajos. “La niña
Paulita me enseñó a leer y a escribir, y para mí ese fue uno de los actos más
maravillosos de la vida. Todavía me da su apoyo en redes sociales, fue una
maestra como pocas. Y la niña Antonieta me enseñó a creer en mí en momentos
que más lo necesitaba”.
En muchas ocasiones, conversando con su madre, recordaba cómo sus maestras
le comentaban que ella era una niña con gran potencial y sus notas lo reflejaban.
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Así que era muy frecuente verla en cuanta actividad se realizara. Desde un acto
cívico, hasta contar votos en una elección de partidos políticos estudiantiles;
además, el colaborar en ventas y entregar las cuentas claras. Asimismo, era
frecuente verla en oratoria, obras de teatro, actividades musicales y más, cabe
destacar, que el profesor de música Rafael Ramírez fue el artífice de todas esas
actividades estudiantiles que nunca olvidará. “Ahí es donde se puede ver cómo
cada asignatura, cada profesor influye en la vida de todas las personas, en su
desarrollo. Con el profe Rafa yo llegué a creer que cantaba bonito”. Menciona
entre risas.
La adolescencia fue unos de los períodos con más desafíos. Una vez finalizado el
periodo escolar llega la época del colegio y la imagen corporal tomó más
importancia. En ese tiempo, indudablemente, el proceso de desarrollo y cambio
físico, aceleró el aumento de peso y el rechazo de algunos de sus compañeros
por su obesidad incidió en su comportamiento, sus calificaciones y el desempeño
académico empezó a desmejorar. Lo que más rescata de esa primera parte del
camino es que le encantaba el inglés, y se enfocó en aprender y desarrollar
fluidez con el colegio y cursos adicionales. Y esto le permitió descubrir que tenía
una gran habilidad para los idiomas.
Al cumplir sus quince años, sus padres le ofrecieron la oportunidad de asistir a un
viaje para realizar un intercambio estudiantil en los Estados Unidos de Norte
América. Fue un gran esfuerzo familiar, pero una decisión que le abriría muchas
oportunidades. Al viaje fueron profesores y otros compañeros que igual que ella
deseaban tener nuevas experiencias y conocer otros lugares. Este viaje significó
un hito en su vida en múltiples aspectos, logró mayor fluidez en el idioma inglés,
conoció personas extraordinarias y aprendió a sentirse más independiente. Al
regreso, decidió cambiar muchos aspectos de su vida, dentro de ellos bajar de
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peso. Así, con el apoyo de sus padres y hermanos pone en marcha su
transformación que implicó perder más del cincuenta por ciento de su peso y
trasladarse a otro centro educativo para enfocarse mejor en sus estudios e
ingreso a la universidad.
En esos últimos años de colegio, logró ser académicamente una estudiante
destacada. Para el año de conclusión del colegio llegó a pesar únicamente 90
libras, provocando fuertes trastornos en su salud física. Por lo cual, buscó
nuevamente el apoyo y asistencia de especialistas y, sobre todo, de su red
familiar.
Al ingresar a la Universidad de Costa Rica, que era una de sus metas, se
encontraba muy bien con ella misma, ya que logró estudiar Lengua Inglesa y
Psicología. En esta carrera aprendió con mucha pasión y se involucró en muchos
proyectos. Recuerda con cariño a sus compañeras de la U, y sus interminables
viajes en el bus de estudiantes universitarios de Cartago a San José en que sobró
tiempo para compartir, conocer y vivenciar situaciones con otros estudiantes. En
poco tiempo, se enlistó para trabajar como profesora de inglés, labor que realizó
por 8 años. Esto lo combinaba con su carrera de Psicología, así, descubrió que
era buena dando clases a niños y niñas.
Además, se involucró en voluntariado nacional e internacional con el programa
de Rotary International, Rotaract, en comunidades y barriadas pobres,
suministrando implementos médicos en estas zonas. Este voluntariado le permitió
viajar por muchos países de la región centroamericana, como representante
ante otras organizaciones. Fueron muchas horas de voluntariado dedicadas al
trabajo con niños, personas adultas, personas enfermas de SIDA y otros. En
ocasiones recuerda haber dormido en el suelo, caminado horas para llegar a un
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destino y probar una que otra comida exótica. Toda esta experiencia le permitió
desarrollar la habilidad del trabajo en equipo, y desenvolverse en diferentes
situaciones a pesar de las dificultades.
Su primer trabajo como psicóloga lo recuerda con gran pasión, fue parte de una
investigación para evaluar unas herramientas digitales para el aprendizaje de la
empresa Intel. Su inglés y su preparación le abrieron las puertas de lo que hoy por
hoy ha logrado. Nunca olvidará las puertas que Daniel Light le ofreció para ser
parte en adelante, de un camino de aprendizaje en el área de tecnología
educativa. Poco tiempo después, ingresó a trabajar en proyectos e investigación
en la Fundación Omar Dengo. Ella destaca todas las oportunidades que le
brindaron en la fundación y que le permitieron crecer profesionalmente y, sobre
todo, las oportunidades para seguir desarrollándose académicamente en
educación y nuevas tecnologías, en administración de proyectos y en muchas
otras áreas más. En sus propias palabras; “es increíble cómo nuestro primer
trabajo y nuestras primeras experiencias laborales nos marcan para el resto de la
vida profesional. En la fundación yo crecí y conocí las personas más
extraordinarias que todavía hoy son parte de mi vida”.
Ingresó a una Maestría en Psicopedagogía en la Universidad Estatal a Distancia
(UNED), para complementar el trabajo educativo con la Psicología. Después de
muchos esfuerzos y sacrificios, logró graduarse y le ofrecieron trabajar como
docente en ese posgrado, lo que desarrolló por casi 8 años en trabajos de
investigación educativa. La UNED también ha significado un espacio de
crecimiento y desarrollo académico significativo. Pero siempre estaba la espinita
de seguir estudiando, y comenzó un proyecto para desarrollar un posible
doctorado, ahí fue cuando se contactó con un profesor en la Universidad Almería
en España para proponer la idea del proyecto. Así es como logró una beca en
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la UNED para su doctorado, organizando la pasantía para viajar a España y hacer
la investigación en Costa Rica durante ese tiempo. Recientemente se graduó y
recibió el título de doctorado.
Todo esto fue lo que le abrió la oportunidad de trabajar en el Ministerio de
Educación Pública de Costa Rica primero como directora ejecutiva del Instituto
de Desarrollo Profesional, y tiempo después como Viceministra Académica, el
cual le posibilita desempeñarse satisfactoriamente y poner al servicio de este
ministerio todas sus competencias profesionales.
Ahora bien, desde la perspectiva de ella uno de sus mayores logros y
satisfacciones personales es su familia, así como lo que ella proyecta en ellos.
Como es el caso de su relación con su sobrino, con el cual de vez en cuando
juega utilizando un títere creado para un curso y que se llama Conchita, “sí, un
personaje o un títere” y se popularizó entre su núcleo familiar. Conchita incluso
ha salido en televisión.
Gracias a toda esta experiencia personal y convivencia en el voluntariado
conoció a muchas personas. A principios del 2017, se reencontró por medio de
una red social, con uno de esos compañeros del voluntariado con quien
coordinó una salida para tomar café. Este reencuentro generó inmediatamente
una linda amistad, que se convirtió en una relación y en el 2018 se casaron.
Melania destaca cómo es una de las mejores decisiones que ha tomado. Sin
duda alguna, se encuentra plenamente satisfecha y amada, haciendo lo que le
apasiona y con el respaldo total de su familia y su esposo. “La mejor compañía
que puedo tener para caminar en la vida”.
Finalmente, al reflexionar sobre esta historia, se evidencian en su vida los
postulados de la biopedagogía, en su desarrollo, aprendizaje, experiencias,
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logros, metas y expectativas. Los cuales, siempre la han acompañado en su
accionar, amor y placer hacia todo lo que ha tenido que realizar, dos elementos
básicos del bioaprendizaje que la han impulsado a escalar muy alto y vencer sus
propios límites.
“En la vida nunca dejamos de aprender, somos un proyecto cuyo fin es nuestra partida de esta
tierra, que enfrenta momentos duros, pero también favorables para crecer. La decisión de cómo
la vivimos está mediada por nuestra historia de vida, sin lugar a dudas, pero también de nuestra
decisión de cómo cambiarla si se requiere. Nadie está obligado a lo imposible”.
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Referencias
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https://revistas.ucr.ac.cr/index.php/aie/article/view/10262
Berdugo, B. (2013). Educación y aprendizaje desde la biopedagogía.
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Devia, J. (2019). La Biopedagogía: una mirada reflexiva en los procesos de
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Gutiérrez, F. (2010). Las nuevas ciencias de la vida. Polis.
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Maturana, H.&Varela, F. (1994). De máquina y seres vivos. Autopoiesis: la
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Universidad Técnica Nacional (2016). Modelo Educativo de la Universidad
Técnica Nacional. Alajuela, Costa Rica.
