Huellas Talentosas
Vol. 4,
N.°2
2021
Revista Académica Divulgativa Arjé
ISSN: 2215-5538 Julio a Diciembre, 2021 Volumen 4, Número 2
Huellas Talentosas
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Ecos de Infancia
El bosque tropical muy húmedo, realmente se encontraba virginal, la mano
del depredador con rostro de humanidad no emergía aún. En el rancho,
afianzados en el piso, cubierto con hojas de palma, dormíamos escuchando
la historia del oso caballo y a la luz de la luna, impregnaban los haces de luz,
que dibujaban la noche recóndita de la montaña.
Los sonidos del jaro nocturno, el cuyeo nos confundía en la razón del
tiempo y el espacio y así entre el silencio natural del entorno circundante,
nos llegó la madrugada y al fin, el día esperado, para iniciar el camino hacia
el río grande, había llegado.
El carril, que orientaba el pasaje de tierra, era tan angosto, que solo permitía
la marcha de un caminante, entre la espesa vegetación.
De pronto en el imaginario retrospectivo, la cuesta, el rancho de los Morera,
el suampo, el humedal, los bejucos que colgaban de los árboles
centenarios, se visualizó a lo lejos en mis sentidos abiertos a la prospección
de la vida.
Dr. Emmanuel González Alvarado
Rector
Universidad Técnica Nacional, Costa Rica
Contacto: egonzalez@utn.ac.cr
Revista Académica Divulgativa Arjé
ISSN: 2215-5538 Julio a Diciembre, 2021 Volumen 4, Número 2
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Y así en una millonésima de segundo, mi existencia logró descifrar esa fuerza
de la simbiosis de la energía, que, en forma de redes, interconectada en mi
ADN, sensibilizaba mis conexiones neuronales, acertando la autopoiesis de
la vida.
Apenas contaba con ocho años, cuarenta y cinco años atrás, mi vida se
había escrito, entre la complejidad de la biodiversidad y el monocultivo,
ahora siembro los árboles que consolidan mi arboreto, comprendo como el
silencio del tiempo en la materia y el espacio, me unen en una asociación
infinita que trasciende el entendimiento humano.
Y los bejucos, el cuyeo y el humedal, pese a la bestia, aún me acompañan.