79
cristalinas de un lago, comprendieron en ese instante, la vinculación con el
Todo, su relación y su interdependencia.
En ese acto reconocieron que todos los componentes de la naturaleza están
presentes en su ser, de esta forma, el remanente de la humanidad abrazó la
idea de ser parte del bioverso, comprendió la amorosidad con la cual
habían sido formados de tierra.
Todos los relatos ancestrales contienen estas sabias enseñanzas, todas están
llenas de senderos mágicos, que muestran la fuerza de la Pacha mama o
madre tierra, taita indi (padre sol) mama killa (luna) las estrellas, los ríos y toda
la naturaleza en relación con el ser.
La comunidad de vida aprendió
que la espiritualidad es la forma
vinculante con el Todo. Sentirse
parte del todo, de la Pacha,
permitió a la humanidad observarse
desde adentro, comunicarse y
comprender, que igual que
nosotros los árboles, los humanos
son también semillas.
Otros seres como los Chibi
estuvieron desde el principio del
planeta y aún hoy siguen existiendo
y son importantes en el desarrollo
de la vida, de la Pacha.
Observando todo, el ser humano
aprendió la importancia de la
colaboración, hoy conocen que
nosotros los árboles transformamos
el aire que todos respiramos.
Así como cuando Kali, nos visita, al
mojar la tierra seca, comparte el
alimento que necesitamos, las aves
anidan en nuestros fuertes brazos y
ellas llevan a otros lugares nuestras
semillas, eso es cooperación.