Revista Académica Divulgativa Arjé
ISSN: 2215-5538 Enero a Julio, 2022 Volumen 5, Número 1
Editorial
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Mediación pedagógica en primera persona
“La técnica es lo que usan los maestros hasta que llega el verdadero maestro, y
nosotros necesitamos encontrar tantas formas como sea posible para ayudar a
que ese maestro aparezca”. Parker Palmer
Como docentes, somos formados para comunicar conocimiento y dominarlo, en
nuestro quehacer diario exploramos nuevas técnicas y nuevas herramientas
didácticas, este esfuerzo constante por mediar el aprendizaje de la mejor
manera, a veces nos hace centrarnos en la técnica o la herramienta, dejando
de lado la persona que la usa. Fácilmente, olvidamos que en la mediación
pedagógica no solo participa nuestro cerebro, también nuestra persona en su
plenitud.
Las personas docentes tenemos un rol dual, por un lado, está la responsabilidad
específica de guiar los procesos de enseñanza y aprendizaje; y por el otro lado,
también somos aprendices en la búsqueda de nuestra propia liberación y
propósito. Este doble rol como facilitador y aprendiz implica para nosotros el
asumir una forma diferente de aprender. Ante esto, se expresa lo siguiente:
M. Sc. Norma Calvo Cascante
Decana
Universidad La Salle, Costa Rica
Contacto: ncalvo@ulasalle.ac.cr
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Cuando la educación es la práctica de la libertad, los estudiantes no son
los únicos a los que se les pide compartir, confesar. La pedagogía
comprometida no busca simplemente empoderar a los estudiantes.
Cualquier salón de clases que emplee un modelo holístico de aprendizaje
también será un lugar donde los maestros crezcan y se fortalezcan con el
proceso (Hooks, 1994, p. 21).
En otras palabras, el educador no es solo el que educa, sino quien, educando,
es educado en el diálogo con el aprendiente. Aunque como maestros somos los
que diseñamos el plan de lección debemos ser humildes y aprender de la
diversidad de orígenes y de las diferencias en los puntos de vista. En ese contexto
de humildad, debemos reconocer que no tenemos todas las respuestas y que es
en la relación entre los estudiantes y facilitadores donde aprendemos juntos.
Esta idea de mediación pedagógica se contrapone a la cultura académica
tradicional en la que los hechos objetivos se consideran puros, mientras que los
hechos subjetivos se miran con recelo y se reciben como poco confiables. El uso
de la primera persona, en la mediación pedagógica se mira como un sesgo, un
peligro que debilita la certeza académica y que debe superarse. En nuestras
investigaciones se nos impone el escribir en tercera persona, se nos obliga a
escindirnos de lo que nos apasiona y a no apropiarnos de nuestros pensamientos
o no hacernos responsables por ellos, lo cual, se considera una virtud.
Contrario a lo que sucede ampliamente en la cultura académica tradicional,
este enfoque de la mediación pedagógica más relacional le da mucha
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importancia al aspecto del autoconocimiento. En este paradigma, maestro y
aprendiz son simultáneamente "yo" y "tú"; sus experiencias subjetivas se sitúan a
cada lado de un espectro y en el “nosotros” se unen llenando el espacio entre
ellos. Dado que la objetividad ciega no es posible, el autoconocimiento me
ayuda como docente a reconocer los prejuicios o ideas, que pueden afectar la
relación con los aprendientes para mal o para bien. Creo que lo mejor que
podemos traer al aula somos nosotros mismos. Sin embargo, hay que pagar un
precio al practicar este tipo de enfoque en nuestra mediación pedagógica; es
imperativo que sepamos lo que traemos con nosotros. Debe haber un
compromiso de mi parte con una continua autoexploración, para traer a mi aula
lo mejor de mí.
En conclusión, necesitamos practicar una mediación pedagógica que privilegie
ese punto donde la vida se convierte en historia, o como he escuchado
popularmente, el punto donde la vida como biología se convierte en vida como
biografía. Debemos superar el estado de cosas para llegar al estado de humanos
en la relación con nuestros aprendientes, es urgente dejar de escondernos detrás
de la técnica y mediar el aprendizaje en primera persona.
Referencias
Hooks, B. (1994). Teaching to transgress. New York: Routledge Press.
Palmer, P. (1998). The courage to teach [El coraje de enseñar]. Jossey-Bass.