Revista Académica Divulgativa Arjé
ISSN: 2215-5538 Enero a Julio, 2022 Volumen 5, Número 1
Compartiendo historias de vida y aprendizaje: un enfoque biopedagógico
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con muchas personas, quienes le marcan de una forma positiva la vida, ya
que la humildad y sencillez fueron parte de su diario vivir.
Durante la niñez de Elías, era común verlo jugar con sus hermanos y hermanas,
corriendo por los patios, charrales y aceras. Él fue muy travieso, inquieto y, en
muchas ocasiones, se metía en problemas, junto a sus hermanos y hermanas.
Era normal verlo subir a un árbol y bajar frutos, actividad que le producía
mucha diversión.
En una ocasión, jugando dentro de su casa, él y sus hermanos quebraron el
vidrio de un armario y su madre, quien siempre estaba al lado de ellos, les
reprendió, pero con el temperamento que la caracterizaba, lleno de ternura
y amor. También, recuerda que su madre preparaba mondongo (plato típico)
y, una vez, en un descuido de ella, él comenzó a comérselo con sal, para
cuando su madre se percató, ya se había comido todo. Dicha travesura, le
provocó una indigestión y, por eso, nunca más volvió a comer mondongo.
Sin duda, los primeros años fueron muy duros para sus hermanos y hermanas
mayores, ya que junto con su padre iban a laborar al campo y, en muchas
ocasiones, trabajaban en actividades de la construcción.
A los 7 años, él ingresó a la escuela pública de Portalón en Quepos, pero
pocos años después movieron de ciudad al papá para Cuatro Esquinas de
Cariari de Pococí en la provincia de Limón. Sus últimos años en primaria Elías
estuvo en la Escuela de Parrita, para ese entonces, en varias escuelas se
estaba impartiendo un segundo idioma (el inglés), pero al trasladarse a otra
institución educativa reprueba inglés, por lo que el director le insta y motiva a
prepararse para lograr ganar su sexto grado. Sin duda, todos estos cambios,
generaron en él espacios de incertidumbre, pero a la vez deseos de salir
adelante a pesar de los obstáculos. Por lo que decide trasladarse a la escuela