HISTORIA DE VIDA Y APRENDIZAJE: UN ENFOQUE BIOPEDAGÓGICO
Kattia Rebeca Rodríguez Brenes Universidad Técnica Nacional, Costa Rica
krodriguezb @utn.ac.cr Corresponsal de la Revista Arjé
Nuestra sección “Historias de Vida y Aprendizaje: con un Enfoque Biopedagógico” nos presenta historias de vida de personas que han abrazado su aprendizaje y transformado sus vidas en un constante proyecto de desarrollo personal. Cada historia nos inspira a superar nuestros propios obstáculos y a abrazar cada desafío como una oportunidad para crecer y aprender, recordándonos que la vida es un viaje de constante desarrollo y que el aprendizaje es el motor que nos hace alcanzar nuestras metas y sueños.
En esta ocasión se presenta la historia de Carmen Monge Hernández, académica extensionista y catedrática de la Universidad Nacional, Costa Rica (UNA). Experiencia docente universitaria y como asesora de proyectos de extensión universitaria de la Vicerrectoría de Extensión de la UNA. Doctora con mención internacional en desarrollo local y cooperación al desarrollo de la U. Politècnica València (UPV), España. Estancias de investigación en el Centro de Desarrollo Humano y Educación Superior de la Universidad del Estado Libre (UFS) de Sudáfrica (2015) y en la Universidad Nacional de Rosario, Argentina (2017). Las temáticas de interés son desarrollo humano, universidad pública latinoamericana, extensión universitaria y desarrollo local participativo.
https://orcid.org/0000-0001-7435-8628
Entre quebradas, cafetales, vacas, gallinas y variedad de frutales, nació un 19 de noviembre de 1974, en Pueblo Nuevo de Cajón de Pérez Zeledón, ubicado a 26 km del centro de San Isidro del General. Rodeada del afecto y protegida por sus padres, Elida -Mélida- y Juan José -Juancho-, familiares, vecinas y vecinos transcurrieron felizmente sus primeros años. Una infancia tranquila, sana, repleta de inocencia, candelas, cogidas de café, ordeño, jaladas de agua y pedidos a estrellas fugaces en noches estrelladas, porque por más de diez años no supo lo que era vivir con los servicios públicos de agua y electricidad en la casa. Si bien sus padres sabían leer y escribir, no tenían escolaridad básica completa, por insistencia de su madre, y con muchísimos sacrificios, las dos hermanas mayores cursaron secundaria en el Colegio Técnico de San Isidro.
A los diez años, junto a sus hermanas Elena y Nelsie, recibieron a Károl, actualmente colega académica de la Universidad Nacional (UNA), con quien comparte la pasión por la docencia transformadora y el trabajo extensionista en comunidades. A pocos meses del nacimiento de Károl, a Mélida se le diagnosticó, de manera tardía, el cáncer de mama, quien falleció en agosto de 1988. Juancho había sido atropellado mientras cumplía su promesa de peregrinaje desde San
Isidro hacia la Basílica de la Virgen de los Ángeles un año antes del deceso, por lo que quedó inhabilitado para el resto de su vida, hasta su partida en el año 2000. Con tan pocos años, todas comenzaron a enfrentar la difícil realidad de lucha por lograr autonomía y mejorar sus condiciones de vida.
Poco se puede explicar de lo que representó para cuatro mujeres rurales, principalmente para las dos más jóvenes, enfrentar el cáncer en un lugar remoto, desprotegidas de los servicios de salud y con el sufrimiento de despedir a su madre. Nelsie abandonó sus estudios de informática en la Universidad Nacional (UNA) en 1987, para acompañarla durante la enfermedad. Su futuro cambió por completo; luego cursó Enfermería, lo que le ha permitido servir a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) durante los últimos 35 años. El año pasado, Elena se jubiló tras servir a la educación infantil pública por más de tres décadas. La trayectoria de formación formal superior fue favorable para cuatro mujeres huérfanas de madre, gracias a las oportunidades de la institucionalidad y la educación pública costarricense.
Para Carmen, sus estudios de secundaria fueron determinantes, bajo el lema de la educación como único medio y fin de superación personal. En una primera etapa (1989-1991), en el Colegio Técnico Agropecuario de Platanares y, en la segunda (1992-1994) formación en Contaduría, en el Colegio Técnico de San Isidro. En 1995, aprobó estudios generales en el Campus Pérez Zeledón-UNA y un diplomado en Contaduría.
Cuando se tienen pocos recursos y no hay otro camino que buscar la autonomía a todo pulmón, el tiempo de cultivo no ha tenido tregua ni límites. Se armó de valor y dejó por primera vez su espacio seguro (Pérez Zeledón), migró a Heredia, a 170 km de su pueblo para cursar la carrera de Economía (1996- 1999) y, posteriormente, el Magister en Gerencia del Comercio Internacional (2004-2006), en el Centro Internacional de Política Económica (CINPE-UNA). Sus estudios universitarios de grado y posgrados, en su totalidad, también han sido financiados por el Estado costarricense.
En abril del 2000, recibió el título de Economía al tiempo que pactaba acuerdos en la Iglesia de Barva y el 9 de octubre abrazó la mayor nueva aventura de la vida: la maternidad. Tamara, su única hija, quien recientemente se graduó como socióloga en la Universidad de Granada (UGR), España.
Como estudiante, Carmen enfrentó la realidad de no conseguir cubrir el pago del alquiler, alimentación y demás costos básicos con la beca otorgada, cuyo monto
ascendía a veintiocho mil colones al mes en aquel momento. Motivada por Rafael Sánchez e Ileana Chacón, compañeros de la casa, hermanos de la vida, comenzó a trabajar, primero en el sector privado, en la Agencia de Aduanas Meta (1997) y, posteriormente, en la fundación Instituto de Políticas para la Sostenibilidad (IPS) en la que asumió la labor de asistencia administrativa y de investigación (1998 y 2002). Agradece a Gerardo Barrantes esta valiosa oportunidad, pues permitió no solo la adquisición de experiencia administrativa y de investigación, sino el compromiso con la contribución a políticas y acciones ambientales locales, nacionales y globales.
Recuerda al equipo de la Fundación IPS con profunda gratitud, pues le permitió contar con las primeras experiencias de recolección de datos, intercambio académico y aprendizajes significativos gracias a las colaboraciones con organizaciones como el Instituto Nacional de Biodiversidad (INBio), Sistema Nacional de Conservación del Ministerio de Ambiente (MINAE-SINAC) y la Empresa de Servicios Públicos de Heredia (ESPH, SA), entre otros.
Como uno de los logros de mayor satisfacción destaca la incorporación de la tarifa ambiental hídrica orientada a la protección de acuíferos y cultura ambiental, que aún se incorpora mensualmente con el servicio del agua en Heredia. Agradece, también, sus primeros intercambios académicos en Ciudad de Guatemala y en Mérida, Venezuela, como puerta para la primera ampliación del imaginario ontológico de vida sobre Centro y Sur América. Hasta ese entonces, no imaginaba llegar a cruzar la puerta del aeropuerto y, mucho menos, que la vida tuviera reservados para su futuro, tantos destinos de diferentes continentes.
Del 2004 al 2006, se integra como investigadora asistente Centro Internacional de Política Económica (CINPE), Universidad Nacional, Costa Rica, y contó con una investigadora admirable como mentora, Miriam Miranda Quirós, en el área socioeconómica y ambiental de Proyectos de Investigación Acción. Fue un periodo intenso de trabajo comprometido, apasionado, en comunidades, por ejemplo, en el Humedal Térraba Sierpe, Osa Puntarenas, en las cuencas Banano y Bananito de Limón y en Pejibaye de Pérez Zeledón. Gracias al Proyecto EPIC FORCE, con la Comunidad Europea (2005-2007), realizó intercambios académicos junto a equipos de Europa y América Latina; en el 2006 participó en actividades de intercambio en Pádova, Italia, donde tuvo el privilegio pisar aulas donde dictó clases Galileo Galilei, y en una pasantía en la Universidad Autónoma de México (UNAM), previo a finalizar el posgrado en el CINPE, experiencias que, sin duda, le permitían nuevas mudanzas en su mirada ontológica y epistemológica del mundo.
A partir de 2005, pasó a formar parte del equipo de la Vicerrectoría de Extensión, durante la gestión de la biológica Elizabeth Ramírez y, posteriormente, con el historiador, de origen chileno, Mario Oliva. Si buscáramos palabras para resumir este camino, se vincularía a la intensidad, pasión y compromiso, primero por democratizar el conocimiento, por el cultivo del diálogo de saberes, la interculturalidad y la solidaridad con la gente de las comunidades, con el estudiantado y amistades del norte y el sur, y segundo por la conexión con otras personas que también buscan y construyen alternativas contrahegemónicas, particularmente de integración de la extensión como medio de transformación social desde la docencia, la investigación y la extensión.
Si bien contaba con experiencia de investigación acción, su primera experiencia docente se vinculó a un curso orientado al emprendimiento social y ambiental, como parte de las acciones del Programa Emprendedores, durante la gestión del Rector Olman Segura Bonilla (2005-2010). A partir del 2005, la vicerrectora Elizabeth Ramírez realizó grandes esfuerzos de contribución a la unión del extensionista universitario de la UNA, a la evaluación, asesoría, acompañamiento, seguimiento a Proyectos, Programas y Actividades Académicas (PPAA) y capacitación a proyectistas, al desarrollo de una sentida agenda de actividades de integración y vinculación intra y extrauniversitaria, de Universidad- Sociedad. Desde ese entonces, rondaba la preocupación por la elaboración de indicadores de logro de los PPAA de Extensión, la transdisciplina y el impulso y dinamización de equipos de trabajo y PPAA institucionales, locales, regionales y nacionales. Con Mario Oliva continuaron los esfuerzos, principalmente consolidando la producción, así nació la Revista Universidad en Diálogo y los tomos de Sistematización de Experiencia, para lo cual se contó con el apoyo de Oscar Jara, como parte de los esfuerzos por elevar la visibilización del trabajo extensionista costarricense y latinoamericano.
En este transcurrir por la extensión universitaria, tuvo la oportunidad, en el 2008, de participar en actividades académicas en Cuba, durante el Congreso Universidad, y fue ahí cuando logró conectar con Maritza González, doctora en extensión, quien ha marcado significativamente su trayectoria académica. Este vínculo estrecho ha permanecido durante toda la formación doctoral y hasta la fecha, compartiendo, junto a la pedagoga Nuria Méndez Garita, la autoría del libro De la Reforma de Córdoba a la Extensión Crítica (Editorial Maya, 2020), que en pocos días saldrá la segunda edición con la Editorial de la UNA (EUNA, 2024).
Dentro de su experiencia inicial en la Vicerrectoría destaca la coordinación del Proyecto Cursos Participativos (2006-2014) y la participación en la ejecución
de iniciativas extensionistas. Por ejemplo, el Programa Formación Integral de la Persona Joven: Desarrollo de capacidades humanas, sociales, políticas y económicas para una mejor calidad de vida cantón de Sarapiquí (Distritos de Llanuras del Gaspar y Cureña) y de las comunidades en riesgo social de Heredia (Guararí, La Milpa y Los Lagos) Etapa I y II, financiados por el Consejo Nacional de Rectores (CONARE). Ocupó diversas representaciones en comisiones interinstitucionales, como las Subcomisiones de CONARE, Programa Interinstitucional Aula Móvil (del 2007-2014), Evaluación de Proyectos CONARE (del 2007-2014); formó parte del equipo que lideró el Congreso Latinoamericano de Extensión Universitaria: Organizaciones y Sociedad para el Desarrollo Humano (2008). Asimismo, participó en las Jornadas de Extensión y Acción Social (2013) y en ExpoRegional (2014). Reconoce que fueron tiempos de mayores oportunidades de integración interinstitucional promovidos por CONARE.
En el 2014, y luego de un divorcio convulso, a solicitud de las autoridades universitarias, aceptó el desafío de retomar estudios para profundizar en la comprensión de la extensión universitaria. Junto a su hija Tamara y su mascota, con dos maletas en mano, emprendieron viaje, esta vez a más de 8000 km de Costa Rica: a la Universidad Politécnica de Valencia (UPV). Aprobó satisfactoriamente el máster de Cooperación al Desarrollo (2014-2016) y luego la investigación doctoral con mención internacional, en Desarrollo Local y Cooperación al Desarrollo (2016-2020) bajo la tutorización de Alejandra Boni. Carmen considera este periodo fundamental en sus transiciones paradigmáticas y de todo su ser unido a las universidades públicas costarricenses, lo que le hace creer aún más en que el cambio social es posible.
Los años en Valencia le permitieron, además de conectar con muchas personas, sus historias política-culturales, narrativas de vida y aprendizajes, asistir a más de una docena de congresos e intercambios académicos en Europa, Latinoamérica y Asia. Asimismo, realizó estancias de investigación en el Centro de Desarrollo Humano y educación superior de la Universidad del Estado Libre (UFS) de Sudáfrica (2015) y en la Universidad Nacional de Rosario, Argentina (2017). De los viajes rescata como hitos de transformación personal, desde la esperanza Japón, India y Marruecos, junto a su hija, y las dolorosas heridas del pasado en Rusia y las tierras de Nelson Mandela.
Desde su regreso a Costa Rica, en el 2021, se desempeñó como asesora académica de la Facultad de Ciencias Sociales, en la Vicerrectoría de Extensión, liderada por el actual Vicerrector Martín Parada. Trabaja en el proceso de curricularización
de la extensión, colaborando con equipos extensionistas e impartiendo el curso optativo libre: Extensión Universitaria para la transformación social, desde 2022. Forma parte del equipo académico del Programa en Planificación y Promoción Social para la Gestión del Desarrollo Local Sustentable (PIPEDE), de la Escuela de Planificación y Promoción Social (EPPS). Por otro lado, forma parte de diversas comisiones de trabajo institucional y en procesos de contribución a las capacidades extensionistas y pertenece a dos redes internacionales: la Red Iberoamericana Multibien (Cyted) (2019-2023) y la Red Centroamericana de Investigación en Investigación Crítica (RECIEC) (2021-2026). Cuenta con experiencia en la producción y conducción del Programa de entrevistas en YouTube: PraxisTV: UNA Extensión Crítica, junto a Esteban Aguilar Ramírez de la Escuela de Filosofía de la UNA (2021-2023). En octubre de 2023 recibió el mérito de Catedrática de la UNA.
La vida ha hecho que Carmen enfrente retos desde muy joven, los cuales le han formado su carácter y clara postura política, ética y pedagógica con la transformación social para un mundo mejor. Más importante aún, ha mantenido sus convicciones originarias, su humildad, y a lo largo de su carrera como estudiante y como profesional, las ha mantenido. Su solidaridad se traduce en la colaboración desinteresada con la comunidad universitaria y la sociedad, con quienes comparte su conocimiento, sin límite, sin egoísmo. Hoy se declara mujer rural, feminista, ciudadana global, defensora de la institucionalidad pública, del Estado de bienestar, de la justicia social y epistémica, de la diversidad y la protección ambiental. Su aspiración es seguir aprendiendo, para ello, centra interés en el desarrollo humano, la universidad pública latinoamericana, la extensión universitaria y el desarrollo local participativo.
El mayor sueño de Carmen, hoy, es que las universidades públicas aseguren igualdad en el presupuesto asignado a la investigación y la extensión y que la docencia garantice que todo el estudiantado transite por el proceso de extensión universitaria antes de graduarse. Con ello, seamos cada vez más las personas que actuamos desde nuestra esencia, en el propósito de vida, florezcamos y abrazados defendamos la democracia y la justicia social y ambiental que tanto reclaman nuestros países latinoamericanos.