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Yulök Revista de Innovación Académica, ISSN 2215-5147, Vol. 5, N.º 1
Enero- junio 2021, pp. 11-14
Introducción al estudio:
La cooperación empresarial y académica:
una propuesta innovadora
en el fomento de la Arqueología Histórica
Mauricio Ortiz Ortiz
Embajador de Costa Rica en Canadá, Miembro Fundador de la Academia Morista Costarricense, Ottawa, Canadá.
mortizsjocr@gmail.com
En el distrito de Cureña, cantón de Sarapiquí, en el si-
tio denominado La Trinidad se llevó a cabo el proyecto
para recuperar e interpretar evidencia cultural de la bata-
lla que ahí tomó lugar durante la Campaña Nacional de
1856-1857. Esto se realizó mediante investigación ar-
queológica, la cual complementa la evidencia documen-
tal que existe de la mencionada acción bélica. Se presenta
a continuación la génesis del proyecto, las personas in-
volucradas, así como organizaciones e instituciones que
brindaron su apoyo en las distintas etapas del estudio,
como ejemplo de una alianza de la empresa privada y el
sector cultura, esfuerzo colectivo requerido para que un
proyecto de esta naturaleza se pudiera llevar a cabo. Por
tratarse de un primer estudio arqueológico de una batalla,
es importante detallar los elementos precedentes y gene-
radores del conocimiento histórico obtenido, así como
sus aplicaciones en el desarrollo del cantón y del país.
Atraído por la figura del expresidente de Costa Rica, don
Juan Rafael Mora Porras, el coautor Ortiz Ortiz, empre-
sario, despertó un especial interés hacia temas históricos
relacionados con la Campaña Nacional ocurridos en el
periodo de 1856 y 1857 y los acontecimientos bélicos en-
tre el Ejército Expedicionario Costarricense y las fuerzas
invasoras de William Walker, quienes pretendían someter
y esclavizar a toda la región centroamericana.
Inmerso en esta nueva pasión hacia la historia y con el
mismo entusiasmo de un historiador novel, exploró aque-
llo que estuviese a su alcance, para sumergirse por cuen-
ta propia a investigar los hechos relacionados con estos
eventos, con el fin de encontrar nueva información que
contribuye al rescate y divulgación de los acontecimien-
tos ocurridos en esa importante franja histórica de Costa
Rica.
Este entusiasmo, que podría rendir significativos frutos
para engrosar el cúmulo de datos de la historia costarri-
cense, no pasó desapercibido por parte de la Academia
Morista Costarricense; esta entidad fue creada el 1° de
octubre del 2015, según decreto n.º 39212-MEP, con el
propósito de documentar, resaltar y divulgar el legado y
la obra del benemérito de la Patria, Don Juan Mora Po-
rras. Esta Academia extendió una invitación al coautor
Ortiz para incorporarse como Académico de Número,
para lo cual debería presentar y desarrollar un proyecto
relevante relacionado con la figura del Libertador y Hé-
roe Nacional Don Juan Rafael Mora. Este proyecto fue
aprobado el 4 de julio del 2016 bajo el título de “Batalla
de La Trinidad, distrito de Cureña, cantón de Sarapiquí”.
Se dio inicio de esta manera, a la preparación de una
propuesta ambiciosa, innovadora y pionera en la inves-
tigación histórica-arqueológica costarricense de la épo-
ca republicana. Por primera vez se realizaría un estudio
profundo en un sitio, donde según documentos históricos
se sospechaba, habían ocurrido los eventos bélicos de la
Batalla de La Trinidad, ubicado en la confluencia de los
ríos San Juan y Sarapiquí.
El proceso siguiente fue un esfuerzo conjunto entre la
empresa privada y académicos de diferentes formaciones
profesionales como arqueología, antropología, geología
y topografía, el cual contó con el apoyo de instituciones
estatales y organizaciones locales, orientado a establecer
los vínculos necesarios que permitieran recuperar cientí-
ficamente los objetos, testimonio material de esta batalla
y contribuir con ello, a que el país pudiera conocer y va-
lorar estos artefactos bajo la protección y cuido por parte
del Museo Histórico Cultural Juan Santamaría, una vez
concluidas las investigaciones.
Introducción al estudio: La cooperación empresarial y académica: una propuesta innovadora
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Rubén Darío Arenas Montórfano
Comunicador independiente, San José, Costa Rica
rubendario@rdarena.com
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Articulación entre académicos e instituciones
La innovadora propuesta se lleva al entonces presidente
de la Academia Morista Costarricense, señor Armando
Vargas Araya y a la antropóloga, profesora Emérita de la
Universidad de Costa Rica señora María Eugenia Bozzoli
Vargas, con el propósito de presentarles la idea del pro-
yecto y conseguir la aprobación Después de una deta-
llada exposición, recalcando la dimensión e importancia
del trabajo, la propuesta fue acogida por parte de ambos
e inmediatamente la Sra. Bozzoli recomendó a la Sra.
Maureen Sánchez, arqueóloga y profesora recientemente
jubilada de la Universidad de Costa Rica, quien luego de
ser contactada por el coautor Ortiz, se sintió complacida
y anuente a invertir tiempo y recursos en tan importante
iniciativa.
Paulatinamente se fue conformando el equipo interdisci-
plinario con el fin de cubrir todos los aspectos que un
proyecto de esta envergadura demandaría. El componen-
te arqueológico y dirección general de la investigación
estuvo a cargo de la Sra. Maureen Sánchez quien integró
a la arqueóloga Virginia Novoa, curadora del Museo de
Jade y de la Cultura Precolombina, por su larga trayec-
toria en la investigación arqueológica en el país, y al Sr.
José Ramírez como Antropólogo Social, para apoyar la
interacción con las comunidades binacionales; ambos
colaboraron ad honorem. Pero este novedoso estudio
también debía ser documentado visualmente: el coautor
Ortiz motivó e incorporó al comunicador y realizador de
documentales, el coautor Rubén Darío Arena, con quien
ya había desarrollado varios e importantes proyectos en
el pasado.
Una vez logrado el compromiso de las personas arriba
mencionadas, fue necesario tener acceso al sitio donde
se haría la exploración conocida como Boca La Trinidad.
El primer viaje se hizo navegando por el río Sarapiquí en
julio de 2016; era un terreno de difícil acceso, cubierto
de una espesa maleza y árboles caídos que dificultaba la
visión y el ingreso a la zona.
La intervención del señor León Santana Méndez, vecino
de Sarapiquí y Miembro de Número de la Academia Mo-
rista Costarricense, fue vital; él se encargó de establecer
el contacto con la familia Orozco, poseedores desde la
década de 1960 de la propiedad. Después de arduas ne-
gociaciones, finalmente accedieron, mediante un acuerdo
escrito, en ceder la posesión; esto le permitió al grupo re-
gresar a San José y programar nuevas visitas con la tran-
quilidad de no encontrar ninguna restricción de acceso a
este terreno, cuya medida era de 8.168,84 m2.
Con los primeros acercamientos de lo que sería el lugar
de la investigación arqueológica, las arqueólogas Sán-
chez y Novoa elaboraron una propuesta de investigación
titulada “Recuperación e interpretación de la evidencia
cultural de la Batalla de La Trinidad durante la Campaña
Nacional, 1856-57, Sarapiquí”; a partir de los objetivos
del estudio se estableció la metodología a seguir para la
excavación y análisis de la evidencia material. El coautor
Ortiz se incorpora como coinvestigador brindando el apo-
yo logístico necesario para desarrollar las siguientes fases
de la investigación.
Las tareas del trabajo de campo
Las siguientes visitas de campo, tuvieron distintos pro-
pósitos, desde contactar con los vecinos y el puesto poli-
cial de frontera, para comunicarles sobre las acciones que
tendrían lugar en la zona, hasta iniciar la limpieza de la
vegetación existente para facilitar el trabajo de medición
a cargo del ingeniero topógrafo y sus ayudantes, tarea in-
dispensable que permitió el diseño de la planimetría y sir-
vió de apoyo a la investigación arqueológica en primera
instancia.
A finales de 2016, se avanzó notablemente con la lim-
pieza del terreno, después de los daños que el huracán
Otto dejó en noviembre al volcar de raíz árboles de gran
tamaño. En reconocimientos preliminares se encuen-
tran diversos objetos de vidrio y loza del Siglo XIX y un
perdigón de plomo con huellas visibles de pátina indi-
cando su antigüedad, lo cual motivó aún más al equipo.
Se procedió a contactar al Centro de Investigaciones en
Ciencias Geológicas (CICG) de la Universidad de Costa
Rica para que se sumaran a la iniciativa, aportando una
propuesta de prospección con equipos de teledetección,
denominada “Estudio de Prospección Geofísica en el si-
tio de la batalla de La Trinidad” a cargo del docente e
investigador, geólogo, Mario Arias Salguero.
A inicios de 2017 se inició la prospección geofísica, em-
pleando el radar de penetración de suelo (GPR por sus
siglas en inglés), además de sondeos eléctricos verticales,
un cartografiado geofísico, perfiles geofísicos, con el fin
de estudiar el subsuelo para localizar objetos metálicos y
posibles restos óseos de los caídos de ambos bandos, que
fueron enterrados en el sitio durante la batalla según fuen-
tes históricas de la época. Unos meses después se obtu-
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vieron los informes preliminares los cuales sugieren en la
interpretación técnica, una alta probabilidad de encontrar
objetos metálicos y vestigios de ocupación humana; es-
tos datos fueron evaluados por las arqueólogas Maureen
Sánchez y Virginia Novoa, con participación del coautor
Ortiz.
Se programó una temporada de dos semanas de traba-
jo intenso de campo, integrando al equipo a estudiantes
avanzados y graduados de arqueología; se realizaron las
gestiones para contar con la colaboración de vecinos de la
zona en las tareas de excavación. Este proceso fue docu-
mentado en forma visual por el coautor Rubén Darío Are-
na, quien con su experticia concretaría un vídeo divulga-
tivo de todo el proceso seguido. Se ejecutaron actividades
de prospección arqueológica, con apoyo de un detector
de metales manual, marca Garrett, localizando diversos
objetos modernos, pero también a 20 cm una bala Minié
completa, ubicada en el extremo oeste del área de estu-
dio; se incrementó el entusiasmo que se tenía, al haber
localizado días antes una bala colapsada o impactada, en
una excavación.
Nuevas municiones se encontraron en las diversas exca-
vaciones al final de esta primera temporada; se confirmó
sin lugar a duda, que el sitio elegido correspondía al es-
pacio en donde se había librado la Batalla de La Trinidad;
por otra parte, estas balas fueron las primeras recuperadas
científicamente y que poseen un contexto social y cultu-
ral en el país. Como un acto de reconocimiento se izó
una bandera con el rostro de don Juan Rafael Mora, para
simbolizar la confluencia de ambos ríos como el escena-
rio donde se había llevado a cabo la más cruenta de las
batallas durante toda la campaña del tránsito.
Al concluir esta fructífera etapa intensa de excavación,
el conjunto de los objetos registrados y analizados por
las arqueólogas Sánchez y Novoa, permitió proponer una
amplia secuencia de ocupación humana de 1000 años de
historia, iniciando con la presencia de fragmentos de va-
sijas precolombinas, que se dejaron en el sitio, y abun-
dantes fragmentos de lozas, botellas y envases de vidrio
que revelaban la ocupación y el tránsito frecuente de vi-
sitantes extranjeros durante el siglo XIX, todo ello junto
a municiones de conflictos armados recientes del siglo
XX, ocurridos en la década de los 70 y principios de los
80, utilizados en el marco de la revolución nicaragüense.
Durante el año 2017 el análisis de laboratorio de los arte-
factos recuperados se combinó con visitas de campo para
excavar y continuar con la prospección geofísica. Una
segunda visita de reconocimiento con el GPR se dio pos-
terior al paso de otro nuevo huracán en octubre de 2017,
conocido como Nate; nuevamente la zona a estudiar se
afectó, pero aportó nueva información en el informe final
del geólogo Mario Arias Salguero en diciembre de ese
año.
Desde junio de 2017 se sumó un nuevo actor, a manera
de colaboración, el Geólogo Waldo Taylor Castillo del
Centro de Servicio Exploración Subterránea, Área de
Geofísica del Instituto Costarricense de Electricidad, para
emplear un GPR en 3D; él elaboró la propuesta “Estudio
Geofísico de Georadar (GPR) en el campo de batalla de
La Trinidad de Sarapiquí, Heredia”. Se esperaba que esta
segunda prospección geofísica contribuyera a localizar
fundamentalmente las posibles sepulturas en donde fue-
ron enterrados los combatientes. Con dos intervenciones
en el campo, la última en febrero de 2018, entregó su in-
forme final en setiembre de ese año.
El trabajo de excavación continúo en 2018 y en los pri-
meros meses de 2019, junto a la minuciosa labor de aná-
lisis de lo encontrado. En total se encontraron 1.359 obje-
tos distribuidos en distintos periodos cronológicos, previa
entrega de un informe parcial resultado de la investiga-
ción arqueológica. El coautor Ortiz procedió a realizar
una presentación oficial de los resultados de la investiga-
ción; de esta forma procedería su nombramiento como
Académico de Número de la Academia Morista Costarri-
cense; adicionalmente se expuso también el documental
llamado “La Trinidad-Antología”, elaborado por el coau-
tor Rubén Darío Arena, que fusionó tanto fuentes costa-
rricenses como estadounidenses y ofreció una visión del
conflicto desde ambas perspectivas, inclusive con datos y
elementos desconocidos por muchos de los historiadores
costarricenses; como complemento se realizó una exhi-
bición con algunas muestras de los objetos hallados con
sus respectivas fichas técnicas, en las instalaciones del
Museo de Jade y de la Cultura Precolombina.
Proyección comunitaria y nacional
En diciembre de ese año se procede a realizar la presen-
tación de las arqueólogas Maureen Sánchez y Virginia
Novoa en el Museo Histórico Cultural Juan Santamaría,
en el marco de la entrega simbólica de los artefactos recu-
perados a dicha institución; se contó con la participación
del señor Manuel Carranza, presidente de la Academia
Morista, y otros miembros de la Academia; se reconoció
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la ardua labor que este cuerpo desarrolla por el legado del
Presidente Juan Rafael Mora Porras así como el trabajo
tesonero de las personas participantes en el proyecto. La
entrega de material se realizó en enero de 2020, marcan-
do así un precedente en la investigación en Arqueología
Histórica de Costa Rica.
En forma paralela y manteniendo el compromiso de di-
vulgar e interactuar con la comunidad, gobierno local,
asociaciones turísticas, entre otros, se distribuyó litera-
tura sobre la Campaña Nacional a los diferentes centros
educativos de Cureña y Boca La Trinidad, se ofrecieron
charlas e incluso apoyo a la policía de frontera con equi-
po de comunicación. Se diseñaron y ejecutaron rótulos
para indicar la importancia del sitio histórico y prevenir el
daño a la propiedad, la cual se mantiene limpia y cercada;
el coautor Ortiz se mantiene vinculado al proyecto en esta
nueva fase del mantenimiento.
Siempre se da una respuesta positiva a invitaciones que
extiende el gobierno local de Sarapiquí en las conmemo-
raciones de la Batalla de La Trinidad, igualmente al Mi-
nisterio de Cultura en sus esfuerzos por divulgar los con-
flictos bélicos en La Trinidad y recientemente se ha dado
apoyo el tema histórico cultural a una propuesta de ley
que beneficiará al sector turístico de la región, tan depri-
mido en la actualidad debido a los efectos de la pandemia.
Conclusión
La información previamente presentada trató de los orí-
genes y desarrollo de un proyecto en Arqueología His-
tórica, el cual se pudo realizar mediante la cooperación
de personas e instituciones de los sectores empresarial,
académico y comunitario. Se describió el aporte de la in-
vestigación arqueológica para complementar la evidencia
documental histórica. El proyecto logró determinar que
en el sitio en donde los objetos fueron hallados, efecti-
vamente se encontraba el fuerte de La Trinidad, también
conocido como Hipp Point, margen izquierda de la des-
embocadura del río Sarapiquí. Esta certeza sirvió para
que la confluencia de los ríos San Juan y Sarapiquí sea
reconocida hoy como “Sitio de conmemoración histórica
de la batalla de La Trinidad del 22 de diciembre de 1856”
mediante el decreto ejecutivo Nº 42707-MCJ-MEP, del
4 de noviembre del 2020; entre sus considerandos se ex-
presa: “X.—Que la presencia de pobladores en el paraje
conocido como “Hipp Point” data de tiempos anteriores
a la Guerra Patria y el establecimiento de campamentos
filibusteros en el sitio ha sido arqueológicamente docu-
mentado mediante las excavaciones y hallazgos a cargo
de la Academia Morista Costarricense, el Museo Histó-
rico Cultural Juan Santamaría y la Universidad de Costa
Rica”. Gracias a la gestión de la Sra. Vice Presidenta
Epsy Campbell Barr, Lic. Manuel Carranza Vargas, Pre-
sidente de la Academia Morista; la Ministra de Cultura y
Juventud, Sylvie Durán Salvatierra; Guiselle Cruz Ma-
duro, Ministra de Educación Pública; del Sr. Pedro Rojas
Guzmán y Sr. León Santana Méndez, funcionarios de la
Municipalidad de Sarapiquí y del Presidente de la Repú-
blica, Sr. Carlos Alvarado Quesada.
Este sitio en particular ya nunca será el mismo; con esta
declaratoria oficial la esperanza queda depositada en que
la zona obtenga un mayor apoyo estatal para fortalecer la
educación y el desarrollo social de sus habitantes; es un
referente para convertir a La Trinidad en un generador
de recursos permanente mediante el turismo histórico en-
marcado en una belleza escénica única; también, se trata
de recuperar la memoria, devolverle la gloria del pasado,
crear una nueva identidad, llenarlos de orgullo y que per-
manezcan estos valores en las generaciones venideras.
Todo este esfuerzo sería inútil si no trasciende a las fu-
turas generaciones, va más allá del mero tecnicismo, de
los trabajos de campo, del despliegue tecnológico o de
la satisfacción y gratificación egoísta de cada uno de los
que hicieron posible estos descubrimientos. Se trata de
inculcar y renovar ese patriotismo desteñido al borde del
olvido que durante décadas ha quedado bajo capas de se-
dimento de indiferencia; se trata de desenterrar nuestro
glorioso pasado de lucha, de mística, de amor por defen-
der nuestra patria contra cualquier fuerza invasora que
amenace arrebatarnos la soberanía, y que nuestros her-
manos del pasado lo impidieron valientemente con cada
gota de su sangre.
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en el fomento de la Arqueología Histórica
