93
Yulök Revista de Innovación Académica, ISSN 2215-5147, Vol. 5, N.º 1
Enero- junio 2021, pp.93-97
María Elena Masis
Directora del Museo Histórico Cultural Juan Santamaría; Alajuela, Costa Rica.
direccion@mhcjs.go.cr
Epílogo:
La pertinencia del estudio de los Campos de
Batalla: escenarios de conflictos sociopolíticos
Introducción
En enero del 2020 se entrega al Museo Histórico Cultu-
ral Juan Santamaría la primera colección proveniente de
una investigación arqueológica en un campo de batalla en
Costa Rica, de mediados del siglo XIX, correspondiente
a la Campaña Nacional. Se discuten los retos que eso sig-
nificó para la institución y para el país, así como las tareas
de catalogación, conservación y divulgación que se han
emprendido desde ese momento hasta el presente.
El señor Mauricio Ortiz Ortiz, académico de número de
la Academia Morista Costarricense, auspició y apoyó una
investigación arqueológica en un sitio de gran valor his-
tórico, correspondiente al campo de batalla de La Trini-
dad, ubicado en la desembocadura del río Sarapiquí con
el río San Juan.
Este estudio analiza un periodo de la historia costarricen-
se, caracterizado por enfrentamientos, conflictos y gue-
rra, en el sitio conocido como La Trinidad de Sarapiquí,
donde se dio una Batalla que fue fundamental en la estra-
tegia de la Campaña Nacional pues abrió paso a la toma
de los vapores y con ello se puso fin al abastecimiento
de tropas y pertrechos del filibustero William Walker.
La Batalla de La Trinidad, llevada a cabo el 22 de diciem-
bre de 1856, enfrentó al ejército costarricense contra los
invasores, constituyéndose en acontecimiento fundamen-
tal para la historia del país.
El trabajo de investigación, bajo la coordinación de las
arqueólogas Maureen Sánchez Pereira y Virginia Novoa
Espinoza, es un estudio pionero que permitió recuperar y
reconstruir sobre el terreno las acciones bélicas entre el
ejército costarricense y las tropas filibusteras, recuperan-
do los primeros testimonios materiales de estas luchas en
defensa de la soberanía costarricense y centroamericana.
Por primera vez, el Museo Histórico Costarricense Juan
Santamaría (MHCJS) en sus 47 años de existencia y el
país en general, recibió un conjunto de artefactos que fue-
ron obtenidos mediante un estudio científico, sistemático,
con el debido contexto arqueológico. Estas “coleccio-
nes arqueológicas contextuales definidas como limita-
das, frágiles y parciales, son clave para la preservación
a perpetuidad de la herencia cultural de una nación”, se-
gún indica Myrna Rojas Garro en el Manual de normas
y procedimientos para el tratamiento y el manejo de las
colecciones arqueológicas con contexto, (2016).
La llegada de la Colección del Campo de Batalla La Tri-
nidad ha significado para el MHCJS un cambio positi-
vo porque se dispone de un mayor acervo, se incorporan
nuevas líneas de información y la posibilidad de cons-
truir propuestas de manejo, conservación, protección y
por supuesto, de divulgación de ese patrimonio histórico
nacional.
El rol social de los Museos
Según los Estatutos del ICOM, aprobados por la 22ª
Asamblea General en Viena (Austria) del 24 de agosto de
2007, define al “Museo” de la siguiente manera:
Un museo es una institución sin fines lucrati-
vos, permanente, al servicio de la sociedad y de
su desarrollo, abierta al público, que adquiere,
conserva, investiga, comunica y expone el patri-
monio material e inmaterial de la humanidad y
su medio ambiente con fines de educación, estu-
dio y recreo. Consejo Nacional de Museos (2021).
El museo por antonomasia es una institución educativa
que, como lo dice su definición, adquiere (de distintas
maneras), objetos de arte y piezas históricas de colec-
ción que sirven para presentar un tema, o dar cuenta de
un hecho en particular. Son un puente entre el pasado y
el presente. Su función principal es exhibir lo que se ha
investigado, lo que se ha restaurado, con fines de educa-
ción y deleite. Esa definición que rige a los museos desde
la creación del ICOM, está siendo actualmente revisada
Epílogo: La pertinencia del estudio de los Campos de Batalla: escenarios de conictos sociopolíticos
94
Yulök Revista de Innovación Académica, ISSN 2215-5147, Vol. 5, N.º 1
Enero- junio 2021, pp.93-97
para tratar de englobar todo lo dicho anteriormente, sin
perder de vista su función social - educativa y su misión
transformativa.
¿Cuál es el papel de los Museos en el mundo actual?
¿Para qué sirven los Museos? Vivimos en un planeta
con realidades complejas, problemas difíciles de resol-
ver como son: las guerras, los desequilibrios sociales,
las desigualdades, el hambre, la pobreza, narcotráfico,
corrupción, enfermedades de todo tipo, problemas am-
bientales, un planeta enfermo. Todo esto ha hecho que los
museos del siglo XXI intenten buscar un rol más cercano
a la humanidad, no a grupos en particular, sino que se
preocupen por prestar un servicio equitativo. Un espacio
donde quepan todos y todas. Tradicionalmente los mu-
seos públicos son vistos como instituciones educativas
que deben mantener el estatus quo, sostener el discurso
político de los grupos dominantes, que detentan el poder
político y económico. En los siglos XVIII y XIX, sirvie-
ron a las comunidades de élite, a las monarquías, a los re-
yes, al estado absolutista, como gabinetes de colecciones
para mostrar el poderío de los imperios y las curiosidades
traídas de ultramar. Mostraban sus posesiones con orgu-
llo, en vitrinas, para reflejar el poderío de las naciones.
Sin embargo, en el siglo XXI, los museos se van reinven-
tando, para asumir un compromiso social más cercano
a los ciudadanos. Donde la centralidad del “objeto”, va
aunada al valor de las personas, para quien se desarrollan
las exhibiciones. Es decir, es importante preservar, in-
vestigar, y conservar, pero sin perder de vista la finalidad
última del ¿para quién se trabaja?, que es para el gran
público, para las mayorías y no sólo para el deleite de
unos pocos.
Esto es lo que se conoce como la Nueva Museología.
Un Museo que sirva para la vida. “Los Museos que no
sirven para la vida, no sirven para nada”, afirma Mario
De Souza Chagas, (2017), referente de la llamada “mu-
seología social”. Chagas es profesor, funcionario de Mu-
seos de Rio de Janeiro, Brasil. Las tensiones sociales
van abriendo cada vez más esas brechas de desigualdad
y si los museos no asumen un compromiso social para
hacerlos más accesibles a las mayorías, para que estas no
tengan “temor” de ingresar a un museo, si no cambian
sus discursos, se quedarán hablando solos, van quedán-
dose en una condición muy precaria al ser visto como
prestadores de servicios no esenciales, mantenedores del
estatus quo, y no vistos como agentes de cambio, como
deberían ser en la realidad.
El rol del museo actual es educar para transformar, educar
para la convivencia, educar para la paz, educar para la
armonía. Es complicado, sí y MUCHO; pero es necesa-
rio. El museo debe ser en su comunidad un espacio de
encuentro cotidiano, donde puedan reunirse voces distin-
tas, personas con visiones diferentes y que el museo sea
ese puente o mediador entre las distintas visiones de un
mismo hecho. Esa es la importancia del Museo Históri-
co Cultural Juan Santamaría, ser puente o mediador entre
visiones distintas que se tengan de la guerra de 1856 y de
los personajes históricos ligados a esta. Un museo que
sólo sirva para enaltecer un sector o una sola visión de
pensamiento se queda hablando solo. Trabajar para pro-
mover un museo más homogéneo, más horizontal, que
esté más al servicio de todos y todas.
Museo: un lugar con memoria e historia del pasado
para entender el presente y mejorar el futuro.
Museo puente entre el pasado, el presente y el futuro.
¿Qué nos presenta el MHCJS con la recepción de más
de 1300 objetos encontrados en el sitio de La Trinidad y
entregados al Museo en el 2020? Objetos de diferentes
categorías o tipos, de diferentes épocas, pues La Trinidad
de Sarapiquí, específicamente el paraje conocido como
“Hipp Point”, evidencia la presencia de pobladores desde
tiempos anteriores a la Guerra Patria y el establecimien-
to de campamentos filibusteros en el sitio. Este lugar ha
sido arqueológicamente documentado mediante la inves-
tigación ejecutada por las arqueólogas Maureen Sánchez
y Virginia Novoa con el apoyo de la Academia Morista
Costarricense y el Museo Histórico Cultural Juan San-
tamaría.
Importancia del estudio de los campos de batalla
¿Para qué un museo dedicado al estudio de la guerra de
1856? ¿Por qué se estudia con tanto ahínco este hecho
histórico? ¿Por qué los historiadores desde el siglo XIX
y distintos especialistas de las ciencias sociales se han
afanado por buscar las causas profundas de esta guerra,
las distintas visiones del conflicto y de lo sucedido? Fun-
damentalmente, porque es importante poner a disposición
de las personas, la información más completa, más veraz,
más actualizada históricamente hablando, más científi-
ca, para que las personas tengan la posibilidad de poder
“comprender”, no sólo desde el punto de vista emocional,
sino por la evidencia histórica, que lo que se les presenta
en el museo, es real. Ante un mundo de tantas mentiras y
verdades a medias, el museo debe dar fe o testimonio de
Epílogo: La pertinencia del estudio de los Campos de Batalla: escenarios de conictos sociopolíticos
95
Yulök Revista de Innovación Académica, ISSN 2215-5147, Vol. 5, N.º 1
Enero- junio 2021, pp.93-97
la veracidad de los hechos. Lo más importante es apren-
der de la guerra con hechos concretos, para que nos sirva
como aprendizaje y no tener que recurrir más a ella. El rol
actual de un Museo dedicado a una guerra es trabajar para
divulgar el valor de la paz.
¿Qué podemos aprender de las guerras? ¿Serán estas un
mal necesario?
Desde el punto de vista del lenguaje, se presenta a con-
tinuación un listado de vocablos asociados a la palabra
“Guerra”, para tratar de mostrar su huella en la historia
de la humanidad: odio, venganza, afán de poder, con-
quista, vencer, victoria, masculinidades enfrentadas, in-
ferioridad, superioridad, traición, racismo, imperialismo,
saqueo, botín, oportunidad, negocio, imposición, territo-
rios, estrategias, jerarquías, sólo por decir algunas pala-
bras que traen las guerras. Sin embargo, no todo es nega-
tivo, pues las guerras, también han servido para afirmar
el concepto de nación, identidad, soberanía, patriotismo,
civismo, reconocimiento de derechos sobre lo propio,
conocimiento del otro, respeto por el otro, humildad,
prudencia, aprendizajes compartidos, afianzamiento de
creencias en algunos casos o relajamiento de costumbres
en otros, pues hay una pérdida de credibilidad en todo lo
establecido. Al final de una guerra, se pueden reconocer
errores cometidos y entre las consecuencias más funestas
que nos dejan, están los desastres humanos, económicos,
ambientales, demográficos, pues las guerras son una cala-
midad, dejan muertos y heridos de ambos bandos, no hay
vencedores ni vencidos, hay aliados y enemigos, hay ban-
dos enfrentados, saqueadores y oportunistas que a partir
de la guerra sacan una ganancia, el negocio de la guerra,
desvío de recursos que se pueden utilizar en educación,
salud, progreso material como caminos, escuelas, hospi-
tales, etc.
¿Por qué son importantes los museos dedicados al estudio
de las guerras? Porque a partir del estudio del conflicto,
causas y consecuencias, se puede buscar el camino de la
paz. La guerra es el antónimo de la paz. Psicológicamente
hablando en la vida de todo ser humano hay momentos
de paz y hay momentos de lucha, de adversidad, de tri-
bulación que sacan lo mejor y lo peor del ser humano.
Eso va a estar presente desde siempre en la historia de la
humanidad y las guerras también puedan ser vistas como
agente de cambio, de transformación, aceleran el cambio,
ya nada vuelve a ser igual. Lo más importante del estudio
de la “Guerra”, desde el rol de los Museos, es procurar
que ésta nos sirva como aprendizaje para no tener que
recurrir más a ella.
Antecedentes de la entrega de la colección arqueo-
lógica proveniente del Campo de Batalla La Trini-
dad, 1956-57
El 15 de marzo del 2016, la arqueóloga Maureen Sán-
chez, se presenta en la institución solicitando a la direc-
tora del MHCJS en ese momento, Priscila Alfaro Segura,
un permiso para consultar los acervos y familiarizarse
sobre las colecciones que alberga la institución, con el
interés de iniciar un estudio que comprendiera la deno-
minada, Ruta de Los Héroes, La Aduana de La Garita y
San José de Los Horcones, estableciendo de esta manera
el primer contacto que se incrementaría en el marco de la
investigación arqueológica en La Trinidad, por ejemplo;
el 13 de diciembre del 2017 son recibidos por la Junta
Administrativa del MHCJS el señor Mauricio Ortiz y la
arqueóloga Maureen Sánchez para informar sobre los
avances en la investigación que junto a la arqueóloga Vir-
ginia Novoa, Curadora del Museo de Jade y de la Cultura
Precolombina, desarrollaban en el Campo de Batalla de
La Trinidad y solicitar apoyo económico de la institución
para completar los trabajos.
En el 2018, durante la presente administración, se dio
otra visita de intercambio del proyecto Recuperación e
Interpretación de la evidencia cultural de la Batalla de La
Trinidad durante 1856-1857, Sarapiquí. Para esta oca-
sión, si bien no hubo un apoyo económico por razones
del poco presupuesto disponible, sí se manifestó el inte-
rés de la dirección y la Junta Administrativa por apoyar
la divulgación, tomar nota de los avances y articular una
alianza con la Academia Morista y la arqueóloga Mau-
reen Sánchez, que buscaban ayuda material para finalizar
la excavación que estaban llevando a cabo, publicar los
resultados y producir un audiovisual sobre este proyecto
arqueológico. Esta administración comprendió la impor-
tancia de lo que estaban realizando, la relevancia de este
proyecto, y aunque no podíamos darles ayuda material
ya que no estaba contemplado en el presupuesto de ese
año, la necesidad de poder presentar a futuro, evidencia
histórica de lo sucedido en La Trinidad de Sarapiquí, nos
llevó a dar respaldo institucional incondicional.
A partir de ahí, se fue tejiendo una relación cordial entre
el MHCJS, la Academia Morista Costarricense y la Muni-
cipalidad de Sarapiquí que devino en la “Declaratoria de
la confluencia del río Sarapiquí con el río San Juan como
Sitio de Memoria de la Batalla de La Trinidad del año
1856”, Decreto Ejecutivo # 42707 publicado en el Diario
Oficial La Gaceta del 23 de noviembre de 2020.
Epílogo: La pertinencia del estudio de los Campos de Batalla: escenarios de conictos sociopolíticos
96
Yulök Revista de Innovación Académica, ISSN 2215-5147, Vol. 5, N.º 1
Enero- junio 2021, pp.93-97
¿Cómo contribuir a divulgar los resultados
de esta investigación en el contexto de una
pandemia?
El Museo se preocupó por buscar los fondos necesarios
para presentar los resultados de esta investigación en un
momento económico difícil en la historia del país. Fruto
de esto es la publicación sobre los resultados del proyecto
Recuperación e Interpretación de la evidencia cultural de
la Batalla de La Trinidad durante 1856-1857, Sarapiquí,
en la Revista Yulök. Revista de Innovación Académica de
la Universidad Técnica Nacional.
Otra gestión divulgativa fue presentar los primeros avan-
ces de esta investigación en una exposición doble titula-
da: “Desenterrando la historia, memorias e identidades:
La Trinidad, Sarapiquí” que se gestó mediante una alian-
za con el Centro de Producción Artística y la Dirección de
Cultura, ambos, órganos del Ministerio de Cultura, de tal
forma que estos entes ponían los recursos financieros y su
fiscalización, y el MHCJS aportaba el capital humano, es
decir, el conocimiento de sus historiadores, tanto los de
planilla como los contratados, para hacer una investiga-
ción científica que diera como resultado dos exposiciones
didácticas que incluían dos audiovisuales para colocar
en forma permanente en Sarapiquí y temporalment
e en
Barva.
Este proyecto fue liderado por Adrián Chaves Marín, His-
toriador del MHCJS, quién con entusiasmo se dedicó a
trabajar durante el 2020 en la preparación de dos exhibi-
ciones a inaugurar en Barva y Sarapiquí de Heredia, con
un sentido didáctico muy potente, modulares, es decir,
cada comunidad las puede colocar en el orden que les
permita su espacio físico.
Otro evento importante fue el inicio del inventario formal
de los 50 objetos más relevantes de La Trinidad de Sara-
piquí en las fichas específicas de catalogación del Museo,
creadas en el 2019 para registrar todas sus colecciones,
que incorporan fotografías de alta calidad y dan cuenta
del valor económico de las piezas, para efectos de su ase-
guramiento. Este trabajo fue realizado por la curadora de
arte, Amalia Fontana Coto en el 2020. La importancia de
inventariar los objetos es crucial pues permite conocer las
necesidades más urgentes de conservación y gestionar re-
cursos para su restauración. Eso sólo se logra a partir del
inventario, estudio, investigación, de estos objetos.
Conclusión
Fiel al compromiso con el país y los ciudadanos, de edu-
car y preservar para las próximas generaciones, el MHC-
JS se ha enfocado en el tema educativo y en lo que se re-
fiere exclusivamente a la Colección del Campo de Batalla
La Trinidad, ya se dio el primer paso divulgativo, pues en
medio de la pandemia y de los recortes presupuestarios al
sector Cultura, ya se hicieron dos exposiciones en Barva
y en Sarapiquí y se gestionó con la Universidad Técni-
ca Nacional la publicación de esta edición de la Revista
Yulök.
Asimismo, se inició el inventario de la colección de La
Trinidad, contratando un historiador nombrado por la Di-
rección General de Servicio Civil, para trabajar con todas
las colecciones existentes en el Museo, incluida la que
proviene de esta investigación arqueológica. Este último
punto es muy importante, pues el trabajo metódico lle-
vado a cabo por expertos en la materia de catalogación
y registro es fundamental para asegurar su protección a
futuro.
Finalmente, la Universidad de Costa Rica ha venido tra-
bajando con el MHCJS en un estudio de Microscopia
electrónica llevado a cabo por un equipo de la Escuela
de Física de la Universidad de Costa Rica liderado por el
Dr. Óscar Andrey Herrera, que vienen trabajando sobre
un conjunto de piezas históricas de la Colección de La
Trinidad.
Desde marzo del 2021, el historiador del MHCJS, Marco
Garita Mondragón junto al equipo de profesionales de las
Escuelas de Física y Química y del Centro de Investiga-
ción en Estructuras Microscópicas (CIEMIC) están cola-
borando para avanzar en este proyecto entre el MHCJS,
la UCR y la Municipalidad de Sarapiquí que dio un apor-
te económico a la UCR para iniciar un diagnóstico pre-
liminar sobre algunos objetos de Sarapiquí y determinar
los alcances de la investigación, Herrera, et al. (2021). 5.
Este trabajo puede determinar los componentes de las
municiones, estudiar si en ellas hay algún tipo de estrías,
de líneas o patrones formados al momento en que fueron
disparadas. Profundizar por correlación en las armas, ri-
fles o fusiles que podrían haber sido utilizados. También
se va a explorar el tipo de pólvora empleada en esa época.
Se van a considerar las balas colapsadas, producto de al-
gún impacto para apreciar los rasgos que presentan.
Epílogo: La pertinencia del estudio de los Campos de Batalla: escenarios de conictos sociopolíticos
97
Yulök Revista de Innovación Académica, ISSN 2215-5147, Vol. 5, N.º 1
Enero- junio 2021, pp.93-97
Existe un compromiso institucional, en dónde todo el
personal está involucrado en actividades, educativas, de
promoción, desarrollando estrategias de divulgación y
preservando las colecciones que tiene bajo su custodia, en
particular la colección del Campo de Batalla La Trinidad,
Sarapiquí. Para ello estamos trabajando en conjunto con
las Municipalidades de Sarapiquí y Barva de Heredia, por
lo que se agradece el valioso respaldo que nos han dado
el señor Pedro Rojas Guzmán, Alcalde de Sarapiquí; el
señor Orlando Brenes, Vicealcalde y don León Santana
Méndez, gestor cultural de ese cantón. Lo mismo que a
los compañeros de la Alcaldía de Barva Jorge Acuña Pra-
do, la señora Kathia Zamora Arguedas, Vicealcaldesa y el
gestor cultural Anthony Núñez Salazar.
Nuestra institución va a continuar con responsabilidad y
transparencia en su tarea de estudiar y poner en valor los
avances de investigación en un tema tan fascinante como
lo es la guerra de 1856-1857.
Referencias
Herrera, O.A.; Calderón, P.; Masis, M.E.; Chávez, A.;
Garita, M.V. y Sánchez, M. (2021). Aportes a la
reconstrucción del contexto histórico de la Ba-
talla en la Trinidad de Sarapiquí de 1856: com-
prendiendo el origen de las municiones a través
del análisis químico y microestructural. Centro de
Investigación en Estructuras Microscópicas. Es-
cuela de Física. Universidad de Costa Rica.
Rojas, M. (2016). Manual de normas y procedimientos
para el tratamiento y el manejo de las colecciones
arqueológicas con contexto. Museo Nacional de
Costa Rica. (1ª. ed. San José, Costa Rica.
Consejo Internacional de Museos. (2021). Definición
de Museo. Sitio oficial del ICOM. https://icom.
museum/es/recursos/normas-y-directrices/defini-
cion-del-museo/
De Souza, M. (2017). “La museología que no sirve para
la vida no sirve para nada”. La Voz. Diario Ar-
gentino 11 de diciembre 2017. https://www.lavoz.
com.ar/numero-cero/la-museologia-que-no-sirve-
para-la-vida-no-sirve-para-nada/
Poder Ejecutivo. Declaratoria de la confluencia del río
Sarapiquí con el río San Juan como Sitio de Me-
moria de la Batalla de La Trinidad del año 1856.
Decreto Ejecutivo # 42707 publicado en el Diario
Oficial La Gaceta del 23 de noviembre de 2020.
Epílogo: La pertinencia del estudio de los Campos de Batalla: escenarios de conictos sociopolíticos