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Yulök Revista de Innovación Académica, ISSN 2215-5147, Vol. 6, N.º 2
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Petry, P., Herrera, R. y Salas, C. Modelo de evaluación para programas de fomento
del entorno emprendedor femenino.
Modelo de evaluación para programas de
fomento del entorno emprendedor femenino
Petra Petry
Universidad de Costa Rica, Escuela Administración de Negocios. San José, Costa Rica
petra.petry@ucr.ac.cr
https://orcid.org/0000-0003-1023-1876
Resumen
El emprendimiento es un importante motor de crecimiento económico, creación de empleo y de movilización social, razón
por la cual, se ha notado una creciente atención al fomento y desarrollo de programas para incentivar el emprendimiento
femenino, en los ámbitos políticos y económicos. A partir del análisis de las metodologías tradicionales de evaluación y se-
guimiento se constata que éstas, tradicionalmente, no consideran aspectos inherentes a las personas que participan en este tipo
de programas y su entorno. Para tales efectos se revisaron fuentes secundarias y fuentes primarias, recogiendo los principales
hallazgos de un estudio realizado en Costa Rica sobre tres programas enfocados en el fomento de emprendimientos femeni-
nos. En este contexto, esta investigación propone un modelo genérico de indicadores de gestión y resultados de siete dimen-
siones (gobernanza; eficacia y gestión; sostenibilidad; eficiencia; inclusión financiera; orientación al impacto; seguimiento
y evaluación). El modelo propuesto enfoca su aplicabilidad en la evaluación de los programas de apoyo a emprendimientos
liderados por mujeres. Los resultados obtenidos y la guía propuesta contribuyen a generar información relevante para la toma
de decisiones, especialmente en la formulación de la política pública y programas adecuados para este tipo de iniciativas y
estrato de la población.
Palabras clave: Emprendimiento femenino, evaluación de resultados, indicadores claves de desempeño.
Abstract
Entrepreneurship is an important engine of economic growth, job creation and social mobilization, therefore; there has been a
growing attention to the promotion and development of programs to encourage female entrepreneurship within political and
economic spheres. From the analysis of the traditional evaluation and follow-up methodologies, it is verified that these, tra-
ditionally, do not consider aspects inherent to participants in this type of programs and their environment. For such purposes,
secondary and primary sources were reviewed, collecting the main findings of a study carried out in Costa Rica on three pro-
grams focused on promoting female entrepreneurship. In this context, this article proposes a generic model of management
and results indicators of seven dimensions (governance, effectiveness and management, sustainability, efficiency, financial
inclusion, impact orientation, monitoring and evaluation). The proposed model focuses its applicability on the evaluation of
support programs for women-led enterprises. The results obtained and the proposed guide contribute to generating relevant
information for decision-making, especially in the formulation of public policy and appropriate programs for this type of
initiative and population stratum.
Keywords: Female entrepreneurship, outcomes evaluation, key performance indicator.
Evaluation Model for Programs to Promote the
Female Entrepreneurial Environment
Referencia/ reference:
Petry, P., Herrera, R. y Salas, C. (2022). Modelo de evaluación para programas de fomento del entorno emprendedor femenino.
Yulök Revista de Innovación Académica, Vol.6 (2), 37-55. https://doi.org/10.47633/yulk.v6i2.462
Recibido: 17 de febrero del 2022 Aceptado: 30 de mayo del 2022
Rafael Herrera González
Universidad de Costa Rica, Escuela Administración de Negocios. San José, Costa Rica
rafael.herrera@ucr.ac.cr
https://orcid.org/0000-0002-8922-9455
Carlos Salas León
Universidad Técnica Nacional, Vicerrectoría de Extensión y Acción Social. Alajuela, Costa Rica
csalasl@utn.ac.cr
https://orcid.org/0000-0002-9461-0488
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Petry, P., Herrera, R. y Salas, C. Modelo de evaluación para programas de fomento
del entorno emprendedor femenino.
Introducción
El emprendimiento es un importante motor de crecimien-
to económico, generador de empleo y de movilización
social, por lo que se ha notado una creciente atención a
su fomento en los ámbitos políticos y económicos. El em-
prendimiento hace que la economía sea más competitiva
e innovadora y es, además, fundamental para alcanzar los
objetivos de varias políticas sectoriales (European Com-
mission, 2004, 2013). Los bajos niveles de crecimiento
económico y especialmente, el aumento del desempleo1,
el cual es más notorio en el género femenino, ha llevado
a que diferentes organizaciones públicas y privadas, es-
tablezcan programas para incentivar el emprendimiento
femenino. El Informe Especial Global Entrepreneurship
Monitor (GEM, 2015)2 sobre Emprendimiento Femenino
revela que, en los últimos dos años, la actividad empren-
dedora de las mujeres de todo el mundo ha aumentado un
10%, mientras que la diferencia de género se ha estrecha-
do un 5% (Kelly et al., 2015).
Gran parte de esos programas están dirigidos a mujeres,
que no necesariamente son profesionales y que provie-
nen de una condición de riesgo social, o de zonas menos
favorecidas. Al finalizar el programa es común realizar
evaluaciones a fin de medir su impacto; sin embargo, los
modelos tradicionales, no necesariamente incorporan to-
dos los elementos necesarios para determinar si el pro-
grama es exitoso o no, porque se basan en la medición de
resultados más cuantitativos, sin considerar otros aspec-
tos de carácter cualitativo, relacionados con la figura del
emprendedor. Esta distinción es importante para definir el
tipo de evaluación que resulta de interés aplicar en cual-
quier proyecto o programa. Aquí surge la importancia de
distinguir entre la evaluación tradicional (en término de
productos) y la evaluación centrada en los efectos gene-
rados durante la ejecución de un programa o proyecto.
Como antecedente debe indicarse que, si bien en Costa
Rica se han adoptado una serie de programas de apoyo
al emprendimiento femenino, muchos de ellos no se ges-
tionan por resultados y no poseen sistemas de evaluación
que permitan determinar si se lograron los efectos pro-
puestos en transformar la realidad del emprendimiento
femenino, promoviendo el acceso efectivo a los medios
productivos en igualdad de condiciones con los empren-
dimientos liderados por hombres. Muchos de los empren-
dimientos liderados por mujeres carecen de los medios
1 La fuerza de trabajo femenina en el tramo de edad de 24 a 54 años aumentó a una tasa anual de 0,81 puntos porcentuales
entre 1992 y 2005, esa tasa bajó a 0,20 puntos porcentuales entre 2005 y 2012. En 2013 y 2014 dicha evolución se vio interrumpida y
la recuperación se inició en 2017 (OIT y PNUD, 2018),
2 Enfoques como el planteado por el Global Entrepreneurship Monitor (GEM), han definido un marco conceptual que articula
los diversos factores que actúan sobre el proceso emprendedor para explicar su incidencia sobre el crecimiento económico.
para desarrollarse y muchas de estas mujeres se encuen-
tran en condiciones discriminatorias y vulnerabilizadas.
De allí que, el objetivo del presente trabajo es analizar
diferentes programas de apoyo al emprendimiento fe-
menino para poblaciones de zonas vulnerables en Costa
Rica, a fin de proponer un modelo de evaluación, para
programas de apoyo y fomento del entorno emprendedor
femenino, acorde al contexto nacional.
Este artículo en procura de alcanzar el objetivo de la in-
vestigación se ha subdividido en seis secciones. En pri-
mer lugar, la presente sección correspondiente a la intro-
ducción. La segunda sección delimita el marco teórico de
la investigación que da sustento a los resultados de este
artículo. En tercer lugar, se incluye un apartado para des-
cribir el método seguido en la investigación. La cuarta
sección se dedica al detalle de los resultados obtenidos,
incluida la propuesta de un modelo de evaluación, de ca-
rácter genérico que puede ser adaptado a cualquier pro-
grama o proyecto de apoyo al emprendimiento femenino,
por lo que cada institución que desee aplicarlo debería
contar con un(a) especialista o equipo técnico capaz de
adaptar los indicadores respectivos según los programas
que desarrollen. En la quinta sección se incorporan una
serie de aspectos que sirvan de base para la discusión so-
bre el tema de la investigación. Finalmente, el sexto apar-
tado está enfocado a detallar las principales conclusiones
y recomendaciones a tomar en cuenta en futuras inves-
tigaciones o aplicaciones prácticas del modelo sugerido.
Marco teórico
El Global Entrepreneurship Monitor (GEM) desarrolla el
concepto de “tubería emprendedora”, el cual es reconoci-
do y adaptado por el Ministerio de Economía, Industria y
Comercio (MEIC) en su Política Nacional de Empresarie-
dad 2020 de la Administración Alvarado Quesada (2018-
2022), caracterizando a la persona emprendedora en las
siguientes fases:
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del entorno emprendedor femenino.
Por otro lado, una persona empresaria, es considerada
“…una persona, entidad o grupo de personas que inde-
pendientemente o asociadas, por voluntad propia y mo-
tivaciones individuales (dichas motivaciones pueden ir
desde la satisfacción de hacer las cosas por sí mismas,
hasta alcanzar cierto tipo de poder o distinción social),
decide asumir un riesgo en la realización de una acti-
vidad económica determinada y en la cual aspiran a te-
ner éxito” (Pallares, Romero & Herrera, 2005, p. 42).
También la definen como “…una persona que arriesga su
dinero, tiempo y esfuerzo para desarrollar un producto o
forma de hacer algo innovador” (Ferrell, Hirt, Adriaen-
séns, Flores y Ramos, 2004, p. 24).
Según el Ministerio de Economía, Industria y Comer-
cio (MEIC) y la Organización Internacional del Trabajo
(OIT), una mujer emprendedora es la persona que tiene
la “motivación o capacidad de detectar oportunidades de
negocio, organizar recursos para su aprovechamiento y
ejecutar acciones de forma tal que obtiene un beneficio
económico y social por ello. Se entiende como una fase
previa a la creación de una Pyme.” (MEIC/OIT, 2019, p.
2); mientras que una mujer empresaria es la persona que
emprende una actividad productiva en marcha y que le
permite generar ingresos. Así, el interés de análisis de la
investigación realizada se centró en la fase primaria del
desarrollo empresarial, la denominada etapa de gestación
e inicio empresarial3, específicamente el referido a la per-
sona emprendedora del sector femenino que desea o ya
está emprendiendo una actividad productiva.
3 Según el criterio de Petry y Salas (2017), en la primera etapa (gestación e inicio) se encuentran las actividades productivas
que se denominan “emprendimientos”; en las otras tres etapas (desarrollo, crecimiento y madurez) se encuentran los negocios ya en
marcha, las conocidas mipymes.
El seguimiento y evaluación
Existen una serie de definiciones sobre la evolución del
concepto de la evaluación, algunas de ellas se resumen
en la Tabla 1
Figura 1. Tubería emprendedora (GEM)
Fuente: MEIC (basado en el concepto de tubería emprendedora desarrollado por el GEM), 2019.
Tabla 1. Definiciones de evaluación
Autor Año Denición
Ato, Quiño-
nes, Romero y
Rabadán
1989 La evaluación de programas es un
proceso que consiste en valorar si
un programa consiguió o no alcan-
zar los objetivos para cuya consecu-
ción fue ideado.
Riecken 1972 Es la medición de las consecuen-
cias deseables o indeseables de una
acción psicosocial ejecutada para
facilitar la obtención de metas per-
seguidas por el sujeto.
Spaniol 1975 Es un proceso sistemático y conti-
nuo que proporciona información
acerca del efecto o impacto de un
programa, con el objeto de contri-
buir a adoptar una decisión política
de trascendencia.
Perlo, Perlo
y Sussna
1976 Es la determinación de la medida en
que un programa logró uno o más
de sus objetivos, las razones por las
cuales no los alcanzó y la relación
existente entre los efectos del pro-
grama y una amplia diversidad de
variables y características del pro-
grama.
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del entorno emprendedor femenino.
Por su parte, según la Organización para la Cooperación
y el Desarrollo Económico (OECD, 2002, p. 21), la eva-
luación es la “apreciación sistemática y objetiva de un
proyecto, programa o política en curso o concluido, de
su diseño, su puesta en práctica y sus resultados. El ob-
jetivo es determinar la pertinencia y el logro de los obje-
tivos, así como la eficiencia, la eficacia, el impacto y la
sostenibilidad para el desarrollo. Una evaluación deberá
proporcionar información creíble y útil, que permita in-
corporar las enseñanzas aprendidas en el proceso de toma
de decisiones”.
Para Perloff, Perloff y Sussna (1976), el primer escenario
del que se tiene referencia sobre una evaluación ocurrió
cuando el hombre, la mujer y la serpiente fueron castiga-
dos por haber participado en actos que aparentemente no
figuraban entre los objetivos definidos por el programa
que circunscribía su existencia. Estos autores entienden
la evaluación de programas como la valoración del grado
en que un programa logró alcanzar uno o más de sus ob-
jetivos, con indicación de las razones por las cuales no los
alcanzó y la relación que se presenta entre los resultados
del programa y la gama de variables que caracterizan ese
programa.
Por su lado, Spaniol (1975) adopta una posición de ma-
yor proximidad con el concepto de seguimiento, ya que
considera la evaluación como “un proceso sistemático y
de carácter continuo” que genera información acerca del
valor de un programa en la generación de efectos, resul-
tados o impacto, con el propósito de contribuir a la toma
de decisiones trascendentes.
Llama la atención el concepto de “sistemático” que utiliza
el autor, dándole a la evaluación un carácter de esfuerzo
planeado, deliberado y proactivo. Esta característica de
continuidad, le otorga a la evaluación un nivel de función
gerencial y no una simple actividad puntual.
Otros autores le dan a la evaluación un carácter de inves-
tigación de índole científico. Por ejemplo, para Fernán-
dez (1995), es la investigación metódica a través de técni-
cas científicas de los resultados, derivaciones y objetivos
de un programa, con el fin de decidir qué acciones tomar
a partir del análisis realizado. Desde su perspectiva, la
evaluación es una forma de investigación científica, me-
diante la cual se debe maximizar la objetivación de los
resultados.
Lo anterior nos lleva a entender los dos niveles en los
cuales “navegan” el seguimiento y la evaluación de pro-
gramas desde la perspectiva de la relación insumo-pro-
ducto-impacto. Debe señalarse, que el seguimiento y la
evaluación intervienen en dos niveles distintos, aunque
estrechamente vinculados:
i. Un nivel se centra en los productos – es decir, los
productos y servicios específicos que surgen del pro-
cesamiento de los insumos en el curso de una organi-
zación, programa o proyecto.
ii. El otro nivel se centra en los efectos de los esfuer-
zos realizados durante la ejecución de un programa o
proyecto, es decir, el cambio en las condiciones que
la organización, el programa o proyecto se propone
obtener en la población meta (impacto).
Fuente: Elaborado a partir de Viñas (1997) y UNEG (2016).
Autor Año Denición
Feinstein (ci-
tado por Viñas
V. E.-1997)
1990 Conjunto de actividades mediante
las cuales se recopilan, analizan y/o
sintetizan los datos e informaciones
correspondientes a la marcha de los
proyectos con el n de apoyar su
gestión y para establecer cuáles han
sido sus efectos e impactos, extra-
yendo lecciones de la experiencia.
Freeman y
Rossi
1993 Es la aplicación sistemática de pro-
cedimientos de investigación social
para evaluar la conceptualización,
diseño, implementación y utilidad
de los programas de intervención
social.
Fernández
Ballesteros
1995 Es la sistemática investigación a
través de métodos cientícos de los
efectos, resultados y objetivos de un
programa, con el n de tomar deci-
siones sobre él.
Rossi, Free-
man y Lipsey
1999 Es el uso de procedimientos de in-
vestigación social para investigar
sistemáticamente la efectividad de
programas de intervención social.
Requiere de recolección de datos y
de la existencia de criterios de va-
loración.
Grupo de Eva-
luación de las
Naciones Uni-
das (UNEG)
2016 Una evaluación es una valoración,
lo más sistemática e imparcial po-
sible, de una actividad, proyecto,
programa, estrategia, política, tó-
pico, tema, sector, área operativa o
desempeño institucional. Analiza el
grado de consecución de los resulta-
dos esperados e imprevistos, exami-
nando la cadena de resultados, los
procesos, los factores contextuales
y la causalidad a partir de criterios
adecuados como la pertinencia, la
ecacia, la eciencia, el impacto y
la sostenibilidad.
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del entorno emprendedor femenino.
Dentro de este contexto, es pertinente señalar que tanto
el seguimiento como la evaluación son componentes im-
portantes del ciclo de gestión de una institución, progra-
ma o proyecto, pues permiten que sus administradores,
gestores y los grupos e instituciones, que de una u otra
manera se ven beneficiadas o afectadas, cuenten con in-
formación sobre el avance, el efecto, resultado y contri-
bución al impacto de las acciones realizadas.
En la Figura No 2, se presenta un esquema de los compo-
nentes o etapas que sigue cualquier proceso de gestión, ya
sea para el funcionamiento de un proyecto de reducción
de residuos o para la ejecución de un programa o proyec-
to de desarrollo empresarial de mujeres. En dicho ciclo se
observa que el seguimiento es el paso previo a los ajustes,
o sea, a los cambios que se realizan en concordancia con
el desempeño que se desea obtener, para luego evaluar
si se alcanzaron los propósitos y objetivos de desarrollo
esperados.
Esta distinción es importante para definir el tipo de eva-
luación que es de interés aplicar en cualquier proyecto o
programa. Aquí surge la importancia de distinguir entre
la evaluación tradicional (en término de productos) y la
evaluación centrada en los efectos generados durante la
ejecución de un programa o proyecto.
Tradicionalmente, se ha estado más familiarizado con el
primer nivel: seguimiento y evaluación basados en pro-
gramas y proyectos, que contemplan el desempeño en tér-
minos de productos (lo que se denomina “seguimiento y
evaluación tradicional”). Actualmente el reto consiste en
ir más allá de este nivel y vincular el desempeño con los
efectos (resultados e impactos), con seguimiento riguro-
so, oportuno y fidedigno del progreso hacia esos efectos
y su realización (lo que se entiende por “seguimiento y
evaluación con base en resultados”).
Es importante recordar que el seguimiento y la evalua-
ción de resultados no es lo mismo que el seguimiento de
la implementación tradicional, como se indica en la Tabla
No 2 siguiente.
Figura 2. Componentes del ciclo de gestión
Plani ar
Ejecutar
Segui-
miento
Ajustar
Desem-
peño
Evaluar
Resulta-
dos-
Impacto
Fuente: Elaboración propia
Tabla 2. Seguimiento y evaluación tradicional versus de re-
sultados
Características del Segui-
miento y Evaluación Tra-
dicional
Características del Seguimiento
y Evaluación de Resultados
Descripción del problema
o situación antes de la in-
tervención.
Hitos de referencia para
las actividades y produc-
tos inmediatos.
Recolección de datos de
insumos, actividades y
productos inmediatos.
Informes sistemáticos so-
bre provisión de insumos,
etc.
Vinculación directa con
una intervención denida
(o con una serie de inter-
venciones).
Diseñada para propor-
cionar información sobre
cuestiones administrati-
vas, de implementación y
gestión y no sobre cuestio-
nes más amplias referentes
al impacto y desarrollo.
Datos de base para describir el
problema o situación antes de
la intervención.
Indicadores de resultados.
Recolección de datos sobre
productos y si contribuyen o
no al logro de resultados y de
qué manera.
Se pone énfasis en la percep-
ción de cambios por parte de
los interesados y en la asisten-
cia de apoyo.
Presentación sistemática de in-
formes con mayor información
cualitativa y cuantitativa sobre
el progreso en resultados.
Se lleva a cabo juntamente con
los aliados estratégicos.
Capta información sobre el
éxito o fracaso de la estrategia
para conseguir los resultados
esperados.
Para efectuar un seguimien-
to ecaz, los gestores deben
establecer datos de línea de
base, seleccionar indicadores
de resultados para medir el
desempeño y diseñar mecanis-
mos que incluyan actividades
planicadas (misiones de cam-
po, reuniones de interesados e
informes sistemáticos.
Fuente: Elaboración propia (2018) a partir del documento “Sis-
tema de Aprendizaje, Seguimiento, Monitoreo y Evaluación
de Resultados” del Fondo Concursable de Donaciones para la
Competitividad de las Pymes en Centroamérica y República
Dominicana – INCAE-BID/FOMIN, elaborado por Ciravegna
y Salas (2006).
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Aunque con frecuencia los términos de seguimiento y
evaluación son utilizados como sinónimos, en este artí-
culo se utilizan como conceptos diferenciados entre sí.
La evaluación se presenta como un proceso separado
del seguimiento debido a que, entre otros aspectos que
se detallan más adelante, la primera no es una función
continua, sino que se realiza en un momento específico y
puntual; mientras que el seguimiento es una actividad que
se ejecuta permanentemente durante la gestión.
El seguimiento se realiza mediante la recopilación siste-
mática de datos sobre la marcha de la ejecución de un
programa o proyecto al observar y “vigilar” los distin-
tos componentes de la cadena de resultados (insumos,
actividades, productos, efectos e impactos). Por su par-
te, la evaluación implica la recopilación de información
para su respectiva valoración en un momento dado de la
ejecución (normalmente a medio término – evaluación
formativa o al final de la intervención – evaluación de
proceso, evaluación final o de impacto). En ambos casos,
la información se captura y se organiza en forma de indi-
cadores, es decir, de variables cuantitativas o cualitativas
mediante la cuales se pueden medir los logros alcanza-
dos, observar los cambios vinculados con una interven-
ción o analizar los resultados obtenidos (OECD, 2002).
Existen indicadores de todo tipo, dependiendo del tipo
de institución, programa o proyecto que se ejecute y de
la población meta atendida. Debido a su capacidad para
medir los logros de la gestión, los indicadores son usados
con frecuencia por los responsables de la ejecución, para
rendir cuentas.
Otros conceptos relevantes para la evalua-
ción - la cadena de resultados
Basado en la metodología de las dimensiones del segui-
miento y evaluación en “la cadena de resultados, los pro-
cesos, los factores contextuales y la causalidad a partir
de criterios adecuados como la pertinencia, la eficacia,
la eficiencia, el impacto y la sostenibilidad” propuestos
por el Grupo Evaluador de Naciones Unidas (2016)4, y
con base en el resultado de los programas evaluados, así
del proceso de entrevistas con sus encargados y los fo-
cus group5 con las participantes en ellos, se propone un
modelo de evaluación de programas para emprendimien-
to femenino para poblaciones en vulnerabilidad social,
que abarca 2 niveles (evaluación de la implementación
y evaluación de resultados) en 5 etapas concatenadas que
4 Grupo de Evaluación de las Naciones Unidas, Normas y Estándares de Evaluación (2016).
5 Entre otros temas se consultó sobre la percepción de las participantes en los grupos focales sobre: (a) los aspectos que cambia-
ron en ellas producto del programa, (b) las acciones que se realizaron en el programa, para darle seguimiento y valorar los servicios que
les brindaron a las participantes y (c) los aspectos que las participantes consideran que se deben valorar para determinar si el programa
ha sido beneficioso.
componen la cadena (insumos, actividades, productos,
efectos e impactos). En este marco de la cadena de resul-
tados, el seguimiento y evaluación de resultados, deben
valorar una serie de dimensiones, que permitan determi-
nar qué tan pertinente es un programa de acuerdo con las
variables que determinan su contexto y en qué grado el
programa o proyecto es sostenible, inclusive, aún y cuan-
do finalice alguna intervención que le haya dado origen.
Siguiendo esa relación (cadena) insumo – producto – im-
pacto (resultado) que se ha descrito y que se muestra en la
Figura No 3, debe determinarse si el programa o proyecto
ha sido eficaz en alcanzar los productos y resultados y si
además, ha sido eficiente en el uso de los recursos para
alcanzar dichos productos y resultados.
Seguidamente, se describe el enfoque de análisis que debe
normalmente seguirse en cada una de estas dimensiones.
1. Relevancia: se analiza en qué medida el proyecto se
orienta a satisfacer las necesidades provenientes de la po-
blación objetivo del programa o proyecto. Por ende, en
relación con la etapa de diseño del proyecto, se compro-
bará si se llevó a cabo un diagnóstico previo y una iden-
tificación clara sobre la existencia de un núcleo inicial de
sujetos de interés, así como, si el objetivo del proyecto
fue definido con base a este criterio. La relevancia podrá,
a su vez, ser analizada en relación con el contexto del
país, el contexto del sector social y el contexto especí-
fico del desarrollo local. Para Horton et al. (1994, p.4),
citado por Viñas, y Ocampo (1997), la relevancia “indica
Figura 3. Dimensiones del seguimiento y evaluación en la
cadena de resultados
Fuente: Elaboración propia (2018).
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del entorno emprendedor femenino.
lo adecuado e importante de los objetivos respecto de las
necesidades establecidas”.
Durante la etapa de ejecución del proyecto, la relevancia
indicará en qué medida tales necesidades de la población
objetivo se transforman en demandas efectivas para los
servicios y actividades propuestos por el programa. Tam-
bién considerará si, en esta etapa, pudieran haber surgido
necesidades de los beneficiarios del proyecto que no ha-
yan sido diagnosticadas previamente y frente a ello, en
qué medida el programa es capaz de adecuarse y de res-
ponder a nuevas necesidades.
Específicamente, se valora la relevancia en cuanto a los
cambios en el contexto y revisión de supuestos, para lo
cual se trata de dar respuesta a los siguientes temas:
a. Si el diseño del proyecto ha sido el adecuado para
lidiar con los problemas que enfrenta.
b. Si los factores internos y externos han ejercido in-
fluencia en la habilidad de los grupos beneficiarios y
el programa o proyecto para lograr los objetivos pro-
yectados.
c. Si el programa se mantuvo relevante considerando
posibles cambios de contexto.
2. Eficiencia: en esta dimensión la evaluación tiende a
concentrarse en la relación costo / beneficio del progra-
ma. Se persigue analizar los resultados alcanzados en
comparación económica con los recursos utilizados para
ello (tanto recursos financieros como no financieros).
La OECD (2020) la define como “El grado en el que la
intervención produce, o es probable que produzca, resul-
tados de manera económica y a tiempo”
Específicamente, la dimensión de eficiencia se preocupa
por valorar los resultados en términos de productos (ou-
tputs) logrados vis-a-vis objetivos proyectados.
Para tales efectos, en esta dimensión se trata de dar res-
puesta a los siguientes aspectos:
a. Si el programa, alcanzó el número esperado de
personas beneficiarias (es decir, emprendedoras,
usuarias, entre otras.) dentro del tiempo esperado.
b. Si las actividades del programa estuvieron alinea-
das con el cronograma de actividades tal como se de-
finió por el equipo de proyecto y los planes de acción
anual.
c. Si los desembolsos y gastos del proyecto estuvie-
ron en línea con el plan presupuestario.
d. Si los desembolsos y gastos del proyecto contribu-
yeron con el logro de los objetivos del programa, y en
¿qué medida aportaron?)
3. Eficacia: por medio de esta variable se analiza ¿en qué
medida los resultados esperados, fueron efectivamente
alcanzados? Según la Real Academia de la Lengua Espa-
ñola (RAE, 2001), la eficacia se define como la capacidad
de lograr el efecto que se desea o se espera; en esta línea
conceptual, la evaluación de la eficacia analiza la calidad
de la gestión de los diversos componentes y funciones, la
relación con los participantes y los avances de resultados
logrados con respecto a éstos y la flexibilidad demostrada
por el programa para alcanzar el logro de los resultados
esperados.
Concretamente, la valoración de esta variable está enfo-
cada en dos dimensiones: (a) al logro de objetivos e indi-
cadores de resultados proyectados y (b) la determinación
preliminar de los resultados de impacto.
En ese sentido, las cuestiones por valorar incluyen:
a. El grado en que el programa ha sido efectivo con
respecto a los indicadores de resultados proyectados.
b. Si el rendimiento alcanzado indica que se logró el
propósito del proyecto. Además, si ha habido efectos
imprevistos.
c. Si el programa ha generado algún resultado que
indique que se ha tenido un impacto en el grupo bene-
ficiario objetivo de la operación.
4. Sostenibilidad: en esta dimensión los esfuerzos de
evaluación están dirigidos a valorar en qué medida las ac-
ciones emprendidas propician la sostenibilidad institucio-
nal, operativa y financiera del programa al haber finaliza-
do. En esta línea de pensamiento, Plasencia et al. (2018)
indican que la sostenibilidad es un proceso continuo, pero
a su vez, evolutivo, alcanzada por las organizaciones des-
pués de atravesar diversas etapas, desde las más simples
hasta las más complejas. En ese sentido, la dimensión de
la sostenibilidad considera aspectos operativos, adminis-
trativos, financieros, de gestión y de consolidación tan-
to del programa al interior de la organización como del
grupo de participantes; incluyendo además condiciones
como el liderazgo desarrollado (vía institucional y finan-
ciera).
En este sentido, se trata de dar respuesta a las siguientes
cuestiones:
a. Si las acciones tomadas hasta la fecha al interior
del programa conducen hacia la apropiación, perma-
nencia y continuidad organizacional, funcional y fi-
nanciera del programa.
b. Si las decisiones y acciones actuales conducen a
generar recursos futuros y fuentes propias de finan-
ciamiento del programa.
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del entorno emprendedor femenino.
5. Orientación hacia el impacto. En esta dimensión se
busca determinar la orientación o aproximación hacia el
impacto que puede tener el proyecto a nivel de los progra-
mas/políticas que se han derivado de su implementación.
Trata de identificar los principales cambios que ha tenido
el proyecto en términos de su contribución a las estrate-
gias y condiciones básicas que el programa o proyecto
busca resolver.
La valoración pretende determinar los efectos positivos
o negativos, previstos y no previstos en el diseño, como
consecuencia de las acciones ejecutadas durante la vida
del programa o proyecto. Concretamente, se interesa por
determinar los principales resultados en términos de efec-
tos en las personas y los contextos, instituciones, entre
otros, que ha generado la intervención.
Se preocupa por evidenciar hasta qué punto estos impac-
tos pueden vincularse causalmente a las intervenciones
del proyecto, así como identificar qué otros factores, ex-
ternos al proyecto, pueden haber contribuido a alcanzar
estos impactos.
Además, la evaluación provee información sobre las lec-
ciones aprendidas durante su ejecución.
Cada una de estas dimensiones se mide por medio de una
serie de indicadores o relaciones de variables, para deter-
minar el grado en que contribuyen al logro y resultados
del programa. Este tema de indicadores se abarca en la
siguiente sección.
Método de investigación
Se siguió un enfoque metodológico cualitativo, sus-
tentado en la revisión documental de fuentes primarias
y secundarias, derivadas de documentación existente en
poder de las organizaciones, instituciones y otros acto-
res/agentes claves, tales como publicaciones, políticas y
decretos, estrategias, reportes, informes elaborados por
las mismas organizaciones o instituciones, resultados de
censos estadísticos, entre otros. Además, de revisión de
libros y artículos científicos, para las consideraciones
teóricas sobre el emprendimiento, el papel de las muje-
res, los modelos de evaluación de programas y sus prin-
cipales características. Otras herramientas metodológicas
utilizadas para la recopilación de información cualitativa
fueron la realización de entrevistas semi-estructuradas a
encargados o responsables de las organizaciones e insti-
tuciones y las preguntas dirigidas para los grupos focales
con la población beneficiaria.
Se aplicaron diversas técnicas e instrumentos que permi-
tieron recolectar y analizar la pertinencia de la informa-
ción con criterio experto y por medio de fuentes primarias
y secundarias tal como lo sugieren De la Fuente de Val,
sf; Hernández (2014); Eco (1988). Las etapas seguidas
incluyen:
1. Revisión documental de fuentes primarias y se-
cundarias existentes.
2. Sistematización de la información de fuentes pri-
marias y secundarias.
3. Estudio de fuentes primarias y secundarias, que
permitió obtener información de mujeres empresa-
rias beneficiarias de los programas y coordinadoras
de diversas áreas relacionadas con dichos programas
aplicando el método de entrevista semi-estructurada y
grupos focales.
4. Se elaboró un instrumento para la realización los
grupos focales y las entrevistas semi-estructuradas.
5. Como se puede apreciar en la tabla 1, se realiza-
ron 3 grupos focales. Adicionalmente se realizaron
3 entrevistas semi-estructuradas, con preguntas guía
dirigida a actore(a)s claves para la caracterización
cualitativa de los factores de interés de los modelos
de evaluación.
6. Sistematización de la información recopilada.
Lo anterior generó información pertinente relacionada
con el tema de investigación que permitió extraer los re-
sultados y conclusiones para el cumplimiento de los ob-
jetivos propuestos.
En la tabla 3 se resume, las actividades realizadas y po-
blación informante utilizada:
Tabla 3. Actividades realizadas y población informante
como fuente primaria
Actividad
realizada
Población informante
Grupo focal 1 12 mujeres emprendedoras y empresarias
Grupo focal 2 10 mujeres emprendedoras y empresarias
Grupo focal 3 18 mujeres emprendedoras y empresarias
Entrevista 1 Coordinadora de la Feria Nacional de
Mujeres Empresarias del INAMU
Entrevista 2 Coordinadora del Programa FOMUJERES
del INAMU
Entrevista 3 Coordinadora de Programas Sociales de la
EAN/UCR
Fuente: elaboración propia (2020).
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Junio-Diciembre 2022, pp. 37-55
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del entorno emprendedor femenino.
El proceso de recolección de datos e información se rea-
lizó durante el período del 2018 a 2020 y se aplicaron
los siguientes principios6 de investigación y análisis: (i)
independencia de criterios y objetividad; (ii) prioridades
claramente establecidas (es decir, con énfasis en los as-
pectos más sensibles desde el punto de vista de las unida-
des ejecutoras y población beneficiaria de los Programas;
(iii) transparencia (el proceso debe ser inclusivo y parti-
cipativo, tanto de personas expertas como representantes
institucionales y de personas beneficiarias de los Progra-
mas); (iv) construcción positiva de la información, des-
tacando hitos importantes; (v) propositivo (mediante la
emisión de recomendaciones estratégicas viables y facti-
bles); (vi) integrador de los enfoques de género, derechos
humanos de las personas; (vii) con enfoque de inclusión,
en concordancia con las intervenciones que actualmente
se ejecutan y aquellas que se deriven de la investigación y
que tenga alto potencial de éxito; (viii) uso de los datos e
información recolectada no es utilizada fuera de los fines
investigativos dispuestos para el trabajo realizado.
Se procuró detectar los posibles factores causales para
realizar el análisis de causa-efecto de manera consecuen-
te, apropiada y objetiva, evitando ideas preconcebidas
personales y opiniones subjetivas. La recopilación de la
información se fundamentó en datos e información veraz,
en línea con el razonamiento lógico y la investigación
científica, con fundamento cualitativo primordialmente.
Principales resultados de la investigación
En primera instancia, el proceso de la investigación im-
plicó el análisis de tres programas de apoyo a emprendi-
mientos femeninos. La información se obtuvo de fuentes
documentales existentes y de las entrevistas semi-estruc-
turadas aplicadas cuyo resumen por programa se incluye
seguidamente:
1. Programa Mujeres Construyendo un Mejor Futuro
En el ámbito de la Acción Social, la Escuela de Adminis-
tración de Negocios (EAN) de la Universidad de Costa
Rica (UCR) se desarrolla sobre tres ejes estratégicos: el
Trabajo Comunal Universitario, los Programas de Educa-
ción Continua y los Programas Sociales. En este contex-
to, en el 2005 se inicia un Programa Social denominado
“Programa Mujeres Construyendo un Mejor Futuro”, el
cual está dirigido a personas de escasos recursos econó-
micos. Mediante el programa, atendido por la EAN, se
ofrece apoyo, asistencia y capacitación a madres jefas de
6 Los principios aplicados son resultado de la experiencia acumulada por los investigadores durante su vida profesional, los
cuales han sido asimilados e interiorizados como base fundamental de los trabajos de campo realizados. No existe una fuente exclusiva
atribuible para dichos principios sino la experiencia ética y profesional acumulada que les ha permitido a los investigadores identificar-
los y aplicarlos en su quehacer.
hogar de escasos recursos, que demandan con urgencia
una opción de auto-empleo en el corto, mediano y largo
plazo, que les permita mejorar las condiciones económi-
cas y sociales de la persona beneficiaria y de su entorno
familiar.
Se imparte de manera gratuita e incluye, además del pro-
grama académico, apoyo psicológico y asesoría legal
durante todo el programa. Asimismo, se les brinda ali-
mentación todos los sábados que reciben clases e incluso
viáticos, especialmente para aquellas mujeres de más es-
casos recursos que no pueden cubrirlos.
El programa incluye módulos de asistencia y apoyo indi-
vidual, familiar y de grupos de trabajo, así como módulos
de capacitación en las distintas áreas básicas y generales
en el desarrollo de una microempresa. En total son nueve
módulos y al finalizar cada participante obtiene un certi-
ficado de “Técnica en Gestión de Microempresas”, que
representará un respaldo de los conocimientos fundamen-
tales y del desarrollo de las habilidades específicas, para
iniciar la ejecución de un plan de negocios en pequeña
escala, que le abra la posibilidad de concretar este pro-
yecto productivo.
La duración aproximada del programa es de catorce me-
ses, donde las beneficiarias, reciben los siguientes nueve
módulos: (1) Motivación y Desarrollo Personal; (2) Ma-
temática Básica; (3) Oportunidades de Desarrollo para las
Microempresas Costarricenses; (4) Talento Humano; (5)
Administración Contable; (6) Administración Financiera;
(7) Entorno Legal de la Familia y la Microempresa; (8)
Mercadeo y Ventas; (9) Proyecto Microempresarial.
Como parte de la clausura de cada edición, se realiza una
Feria de Ideas de Negocios, en la cual, las participantes
del proceso puedan exhibir sus ideas productivas. En el
año 2018, se ejecutó la décima promoción de este progra-
ma, llegando a más de 250 madres jefas de hogar gradua-
das como Técnicas en Gestión de Microempresas desde
el año 2005.
Durante el proceso investigativo, se identificó que el pro-
grama no realiza una evaluación formal y sistemática de
los resultados que obtiene, la información se produce por
medio de informes semestrales de avance, pero sin un
modelo de evaluación propio y particular.
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del entorno emprendedor femenino.
2. Programa FOMUJERES
El Fondo de Fomento de Actividades Productivas y de
Organización de las Mujeres (FOMUJERES), es un pro-
grama de financiamiento dirigido a mujeres emprende-
doras y empresarias; se vincula directamente con las atri-
buciones y tareas del Instituto Nacional de las Mujeres
(INAMU) en materia de derechos económicos, y en el
ejercicio de estos, a través de acciones afirmativas que
promueven su condición y la equidad de género en la
igualdad de derechos y oportunidades. Este es el único
fondo no reembolsable que les brinda a las mujeres (indi-
viduales o grupales) la oportunidad de crear y ampliar su
propia actividad productiva (empresa).
El programa nace en el año 2013, se fundamenta en el
Decreto Ejecutivo 37783-MP y en el Reglamento vigente
de la publicación de las Bases de Participación. Se finan-
cia con presupuesto ordinario del INAMU, respaldado
por un mandato legal que dicta a esta institución, ejecutar
el Fondo, de manera ordinaria y constante (anualmente).
Este Fondo se opera a nivel regional con la coordinación
y directriz de una Unidad Ejecutora que organiza aspec-
tos técnicos especializados a nivel nacional; lo cual per-
mite la desconcentración de servicios del INAMU.
Se ha logrado llevar a cabo hasta el año 2019, seis pro-
cesos de convocatorias, beneficiando a más de 4,500
proyectos productivos y más de 5,500 mujeres empren-
dedoras y empresarias, caracterizadas principalmente
por su vulnerabilidad económica y social. El proceso
de FOMUJERES, ha permitido ir generando alianzas y
articulaciones interinstitucionales con el Instituto Nacio-
nal de Aprendizaje (INA), el Ministerio de Economía,
Industria y Comercio (MEIC), el Ministerio de Ciencia,
Innovación, Tecnología y Telecomunicaciones (MICITT)
y el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG). Esto
permite realizar en conjunto una serie de charlas y/o fo-
ros sobre temas relevantes de la empresariedad, como un
complemento al financiamiento.
Mediante este programa se busca impactar en la socie-
dad costarricense, brindando una oportunidad a las mu-
jeres de ser valoradas como empresarias y apostando en
la creación y desarrollo de sus actividades productivas,
mejorando la situación social y económica de ellas y de
su entorno familiar.
Las últimas convocatorias brindaron financiamiento a
proyectos productivos y de organización en defensa de
los derechos por montos aproximados de hasta sete-
cientos millones de colones, los cuales forman parte del
Plan-Presupuesto Anual del INAMU y fueron distribui-
dos por categorías:
Actividades Productivas:
οCategoría 1. Proyectos productivos en etapas
iniciales y puesta en marcha.
οCategoría 2. Proyectos productivos en etapas de
desarrollo (proyectos individuales y grupales).
Organizaciones en defensa de los derechos de las
mujeres.
Del total de solicitudes recibidas por las mujeres intere-
sadas, se logró financiar aproximadamente entre un 25 a
30%.
Para la evaluación de este programa el INAMU contrata
anualmente una consultoría externa que arroje una eva-
luación de resultados, pero carece de un modelo propio e
institucionalizado de evaluación.
3. Programa Feria Nacional de Mujeres Empresarias
La Feria Nacional de Mujeres Empresarias es otro pro-
grama del INAMU, que busca mejorar las condiciones de
vida de las mujeres empresarias de Costa Rica, la de sus
familias y de la sociedad costarricense en general. Como
programa institucionalizado brinda un espacio para la
promoción de capacidades de las empresarias costarri-
censes en sus esfuerzos por fortalecer sus oportunidades
de negocio, crear encadenamientos e incentivar la comer-
cialización y el mercadeo de productos y servicios.
Esta iniciativa se realiza desde el 2007, para al año 2018,
ya llevaba ocho ediciones. Este evento es organizado por
el INAMU con el apoyo de una comisión interinstitucio-
nal, en la cual participan instituciones y organizaciones
públicas y privadas, tales como el Ministerio de Eco-
nomía, Industria y Comercio (MEIC), la Promotora de
Comercio Exterior (PROCOMER), el Sistema de Ban-
ca para el Desarrollo (SBD), la Cámara de Comercio de
Costa Rica (CCCR) y organizaciones de la sociedad civil
como Fundación Mujer, el Foro de Mujeres Empresarias
y Profesionales, entre otras.
Cada año, la feria reúne mujeres que poseen iniciativas
empresariales y que vienen siendo apoyadas por diversos
programas, principalmente del INAMU. Estas mujeres
exponen sus productos y servicios al público en general
por medio de “stands” y logran, además de la exposición,
comercializar y hacer contactos de negocios. Debido a la
situación de la pandemia y las restricciones sanitarias, no
se realizaron ferias o interacciones físicas con el público
durante los años 2020 y 2021.
Del proceso investigativo realizado, se derivó que este
programa tampoco cuenta con un modelo sistémico, es-
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Petry, P., Herrera, R. y Salas, C. Modelo de evaluación para programas de fomento
del entorno emprendedor femenino.
tructurado y propio de evaluación de los resultados ge-
nerados.
Propuesta de un modelo de evaluación
A partir de los resultados obtenidos, se concluye que, ade-
más de analizar las variables tradicionales, generalmente
ligadas a los objetivos propuestos (ejemplo: número de
personas capacitadas, número de emprendimientos nue-
vos, mejora en los ingresos, entre otros), se deben con-
siderar otras inherentes a las personas que participan en
este tipo de programas y su entorno.
Los resultados obtenidos del proceso de consulta, nos
muestran que los modelos tradicionales de evaluación y
seguimiento, si bien aportan información relevante, no
necesariamente toman en consideración otros aspectos
claves en la transformación personal y profesional de
quienes acuden a este tipo de programas y su contribu-
ción al entorno; como por ejemplo, empoderamiento,
grado de confianza, sentido de apropiación, desarrollo de
liderazgos, estabilidad emocional y social, desarrollo y
evolución de la madurez empresarial, encadenamientos
productivos, contribución al empleo y al PIB, mejora en
la calidad de vida de la familia nuclear.
Se plantea un modelo genérico que sea de aplicabilidad
para la evaluación de los programas de apoyo a empren-
dimientos liderados por mujeres, contribuyendo a generar
información relevante para la toma de decisiones, espe-
cialmente en la formulación de la política pública y pro-
gramas adecuados para este estrato de la población.
La propuesta genérica de un modelo de indicadores de
gestión y resultados define siete dimensiones, las cuales
se detallan a continuación en la figura 4:
Las siete dimensiones consideradas son: gobernanza, efi-
cacia y gestión, eficiencia, inclusión financiera; sostenibi-
lidad, orientación al impacto y seguimiento y evaluación.
Para cada una de las siete dimensiones se definieron una
“batería” de indicadores que sirven de base para medir
el desempeño y logro del Programa, los cuales deben ser
objetivos, medibles objetivamente, relevante, específico,
práctico y económico y estar asociado a un plazo.
Dimensión de Gobernanza
Dimensión Eficacia y Gestión
Figura 4. Las siete dimensiones de la propuesta genérica
Gobernanza
Eficacia yG estión
EficienciaInclusión
Financiera
Sostenibilidad
Orientacióna l
Im
p
acto
Seguimientoy Evaluación
Programa de Apoyoy Fomentod el Entorno
Em
p
rendedor Femenino en CostaR ica
Fuente: Elaboración propia (2018).
Código Indicador
DGA.1 Una propuesta de marco sistémico y operativo para
la gobernanza interna que dena los roles y compe-
tencias de las instancias del programa, elaborada a
(indicar mes y año).
DGA.2 Una propuesta de un plan de trabajo de estructu-
ración, articulación y orientación interna enfocada
hacia el desarrollo de la gestión de emprendimien-
tos femeninos, elaborada a (indicar mes y año).
DGA.3 Todas las instancias del programa comparten la vi-
sión sobre la estrategia y los pasos necesarios para
el fortalecimiento y desarrollo de la gestión de em-
prendimientos femeninos, elaborada a (indicar mes
y año).
DGA.4 Un mapeo de instituciones especializadas trabajan-
do a lo largo del proceso de apoyo para el desa-
rrollo de la gestión de emprendimientos femeninos,
realizado a (indicar mes y año).
DGA.5 Al menos una institución contraparte se incorpora
anualmente a apoyar el programa, a partir de (indi-
car mes y año).
DGA.6 100% del equipo de trabajo contratado, integrado y
comprometido con el programa al nal de (indicar
mes y año).
Código Indicador
DEFC.1 Las necesidades de apoyo y acompañamiento
a emprendimientos femeninos diagnosticadas a
(indicar mes y año).
DEFC.2 Una caja de herramientas (conceptual, metodo-
lógica y práctica) que apoya el proceso, elabo-
rada a (indicar mes y año).
DEFC.3 Una estrategia de apoyo y acompañamiento
que fomente el emprendimiento femenino, di-
señada a (indicar mes y año).
DEFC.4 100% de personas responsables de brindar ase-
soramiento están capacitadas con conceptos
clave uniformados a (indicar mes y año).
DEFC.5 x% de emprendimientos femeninos que inician
actividades anualmente en comparación con
emprendimientos masculinos.
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del entorno emprendedor femenino.
Dimensión Eficiencia
Dimensión de Inclusión Financiera
Dimensión de Sostenibilidad
Código Indicador
DEFC.6 Se incrementa en un x% anual la participación
de emprendimientos femeninos en el programa,
a partir de (indicar mes y año).
DEFC.7 Se incrementa en un x% anual el número de
emprendimientos femeninos apoyados y acom-
pañados, a partir de (indicar mes y año).
DEFC.8 Se reduce en un x% anual el número de em-
prendimientos femeninos que se retiran del
programa, a partir de (indicar mes y año).
DEFC.9 x% de los emprendimientos femeninos atendi-
dos por el programa que fortalecen sus compe-
tencias y habilidades socio-emocionales1 (indi-
car mes y año).
DEFC.10 x% de los emprendimientos femeninos atendi-
dos por el programa cuentan con su modelo de
negocio denido a (indicar mes y año).
DEFC.11 x% de emprendimientos femeninos que incor-
poran nuevas tecnologías en el desarrollo de
sus iniciativas empresariales, anualmente, a
partir de (indicar mes y año).
Código Indicador
DEFI.1 Una guía de identicación, documentación y
sistematización de buenas prácticas, elaborada a
(indicar mes y año).
DEFI.2 Identicados y asignados espacios formales, re-
cursos materiales e infraestructura para la imple-
mentación del programa (indicar mes y año).
DEFI.3 Identicados y asignados los recursos presu-
puestarios para la implementación del programa
(indicar mes y año).
DEFI.4 Al menos 80% de los emprendimientos femeni-
nos se atienden de acuerdo con el presupuesto
por emprendimiento asignado.
DEFI.5 Las metas de emprendimientos femeninos aten-
didos se alcanzan con el presupuesto asignado
de acuerdo con los costos previstos, anualmente,
a partir de (indicar mes y año).
DEFI.6 Incrementa en un x% los emprendimientos fe-
meninos atendidos anualmente, en comparación
con los emprendimientos masculinos, con el pre-
supuesto disponible, a partir de (indicar mes y
año).
DEFI.7 Las metas se alcanzan de acuerdo con los costos
previstos y en los plazos programados, anual-
mente, a partir de (indicar mes y año).
DEFI.8 Se incrementa en un x% el presupuesto anual
asignado para el acompañamiento de empren-
dimientos femeninos, en comparación con em-
prendimientos masculinos, a partir de (indicar
mes y año).
Código Indicador
DINFI.1 Número de acciones crediticias anuales, según
actividad productiva, dirigidas a mujeres, a
partir de (indicar mes y año).
DINFI.2 x% de cartera crediticia del programa asigna-
da a emprendimientos femeninos anualmente,
a partir de (indicar mes y año).
DINFI.3 Se incrementa en un x% semestral el núme-
ro de iniciativas de nanciamiento dirigidas a
mujeres a partir de (indicar mes y año).
DINFI.4 Al menos x% de los emprendimientos feme-
ninos incrementan anualmente el monto pro-
medio de nanciamiento obtenido, a partir de
(indicar mes y año).
DINFI.5 Se incrementa en un x% anual la capacidad -
nanciera de las instancias y colaboradores del
programa para continuar con las iniciativas de
nanciamiento a partir de (indicar mes y año).
DINFI.6 Disminuye en un x% el número de deudoras
en morosidad (menor a 90 días) de los empren-
dimientos femeninos del programa.
DINFI.7 Disminuye en un x% anual el plazo promedio
de aprobación y entrega de los recursos nan-
cieros a emprendimientos femeninos a partir
de (indicar mes y año).
DINFI.8 Se incrementa en un x% semestral el número
de iniciativas de ahorro en manos de mujeres a
partir de (indicar mes y año).
DINFI.9 Al menos x% de los emprendimientos feme-
ninos incrementan anualmente el monto pro-
medio de ahorro generado, a partir de (indicar
mes y año).
DINFI.10 El proyecto ha promovido o fortalecido un
entorno favorable (leyes y reglamentos, políti-
cas, compromisos y capacidades instituciona-
les y de personas) para consolidar la inclusión
femenina en las actividades de nanciamiento
y ahorro, a partir de (indicar mes y año).
Código Indicador
DSOS.1 El programa cuenta con presupuesto propio con
cobertura del x% de sus acciones en el largo pla-
zo, a partir de (indicar mes y año).
DSOS.2 Al menos x% de instancias y colaboradores del
programa logran el aprendizaje metodológico y
programático necesario para la continuidad, a
partir de (indicar mes y año).
DSOS.3 Al menos x% de instancias y colaboradores del
programa aplican los protocolos de atención a los
emprendimientos femeninos, a partir de (indicar
mes y año).
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del entorno emprendedor femenino.
Dimensión de Orientación al Impacto
Dimensión de Gestión del Seguimiento y Eva-
luación
Discusión
Según los resultados de las entrevistas y grupos focales
realizados con las diferentes poblaciones beneficiarias de
los diversos programas existentes, se pueden señalar los
siguientes aspectos relevantes:
Con respecto a la pregunta sobre el conocimiento del pro-
grama, en cuanto a su enfoque, alcance, acciones prin-
cipales y población atendida, se puede notar que la gran
mayoría de las personas beneficiarias entrevistadas no
tienen claridad sobre la integralidad de los servicios del
programa; tampoco cuentan con información suficiente
sobre todos los beneficios derivados de las actividades
de apoyo. Existe confusión por parte de las mujeres sobre
la instancia que efectivamente brinda determinado servi-
cio, los alcances y objetivos del mismo. Se deriva de lo
anterior la cuestión de si este tipo de información debería
estar disponible para las mujeres y, de ser así, debería es-
tablecerse como mecanismo de evaluación para determi-
nar el curso de acción exitoso del programa.
Con respecto a la consulta sobre los principales resultados
que, a su juicio, ha tenido el programa en el cual ha parti-
cipado, muchas beneficiarias consideran que el programa
Código Indicador
DSOS.4 Un documento marco para facilitar la transversa-
lización del enfoque de emprendimiento femeni-
no elaborado y entregado a todas las contrapartes
a partir de (indicar mes y año).
DSOS.5 Se incrementa en un x% semestral el compro-
miso de las instancias del programa y sus cola-
boradores para dar seguimiento a las iniciativas
promovidas por el proyecto, a partir (indicar mes
y año).
DSOS.6 Se incrementa en un x% semestral la capacidad
técnica de las instancias y colaboradores del pro-
grama para continuar con las iniciativas del pro-
grama a partir de (indicar mes y año).
DSOS.7 El proyecto ha promovido o fortalecido un en-
torno favorable (leyes y reglamentos, políticas,
compromisos y capacidades institucionales y de
personas) para consolidar los resultados, a partir
de (indicar mes y año).
DSOS.8 Al menos x acciones semestrales, al interior del
programa, que fomentan la apropiación, perma-
nencia y continuidad organizacional del progra-
ma, a partir de (indicar mes y año).
Código Indicador
DOI.1 Al menos x acciones implementadas semestral-
mente para incidir en políticas y normativa a favor
del emprendimiento femenino, a partir de (incluir
mes y año).
DOI.2 Al menos x% de las acciones ejecutadas generan
efectos positivos en los emprendimientos femeni-
nos, a partir de (indicar mes y año).
DOI.3 Al menos x% de los emprendimientos femeninos
incrementan sus ventas anuales como resultado del
apoyo del proyecto, a partir de (indicar mes y año).
DOI.4 Al menos x% de los emprendimientos femeninos
incrementan su cobertura de mercado anualmente
como resultado del apoyo del proyecto, a partir de
(indicar mes y año).
DOI.5 Al menos x% de los emprendimientos femeninos
disminuyen sus costos anuales como resultado del
apoyo del proyecto, a partir de (indicar mes y año).
DOI.6 Al menos x alianzas estratégicas conformadas se-
mestralmente a partir de (indicar mes y año).
DOI.7 Al menos x acciones de incidencia en leyes y regla-
mentos, políticas, promovidas anualmente, a partir
de (indicar mes y año).
DOI.8 La relación costo benecio de las intervenciones
dirigidas a emprendimientos femeninos se mantie-
ne menor a 1, anualmente, a partir de (indicar mes
y año).
Código Indicador
DSE.1 Una línea base sobre las condiciones y característi-
cas de los programas de apoyo al emprendimiento
femenino, elaborada a (indicar mes y año).
DSE.2 Un sistema de evaluación y seguimiento diseñado y
en implementación a partir del (indicar fecha).
DSE.3 Al menos tres acciones de transferencia de conoci-
miento (incluyendo todas contrapartes involucra-
das) realizadas durante (incluir semestre, trimestre
o bimestre y fecha).
DSE.4 Al menos dos funcionarios/as por actor clave desa-
rrollan habilidades y competencias en seguimiento
y evaluación, bajo la modalidad de “aprender ha-
ciendo”, durante el (incluir semestre, trimestre o
bimestre y fecha).
DSE.5 Al menos un informe semestral de seguimiento por
actor clave presentado a la Dirección General del
Programa a partir del (incluir semestre, trimestre o
bimestre y fecha).
DSE.6 Al menos un taller nacional semestral de devolución
y retroalimentación para mejora de los procesos de
fortalecimiento de promoción del emprendimiento
femenino, realizado a partir del (incluir semestre,
trimestre o bimestre y fecha).
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Petry, P., Herrera, R. y Salas, C. Modelo de evaluación para programas de fomento
del entorno emprendedor femenino.
les ha servido para mejorar su capacidad empresarial e
incrementar sus habilidades y conocimientos, les facilita
el espacio para compartir experiencias con otras mujeres
empresarias, así mismo les ha permitido mejorar sus ha-
bilidades blandas (autoestima, liderazgo, habilidades co-
municativas, entre otras). En algunos casos, señalan que
efectivamente, han tenido apoyo para obtener recursos
como capital semilla o recursos no reembolsables, como
es el caso de los fondos FOMUJERES. Se observa que
mucho de la evolución lograda y el “sacar” provecho de
las oportunidades de soporte brindadas, depende más del
compromiso individual de cada empresaria. Las mujeres
participantes confirman que los resultados obtenidos y
apoyo recibido se valora más en aquellas situaciones don-
de ellas han tenido que cubrir alguna parte de los costos
involucrados (y puede ser algo simbólico). En cuanto a
esta situación, es importante determinar si la información
obtenida en cuanto a la evolución de la iniciativa empre-
sarial es suficiente para determinar la eficacia, la eficien-
cia y el impacto del programa.
Según indican las mujeres empresarias participantes, los
programas en los que han participado no necesariamen-
te realizan una separación o atención diferenciada, de
acuerdo con su nivel de desarrollo empresarial, sino que
más bien se integran y participan sin diferenciación de
su evolución y grado de conocimiento. Relacionado con
esta indicación, se debe discutir hasta qué grado los pro-
gramas deben considerar el desarrollo empresarial de las
iniciativas lideradas por mujeres como una variable para
determinar la eficacia y la eficiencia del programa.
También, manifiestan que el seguimiento brindado por
los programas, una vez que ellas han participado en algu-
na actividad, es muy limitado; lo cual le resta continuidad
y retroalimentación tanto para ellas como para el mismo
programa. En el caso de uno de los programas, se indicó
que el seguimiento brindado sobre los recursos asignados
se limita a verificar (por una única vez) si cumplieron
con el plan de inversión propuesto a la hora de concursar.
Lo señalado por las mujeres permite reflexionar sobre el
seguimiento brindado a las mujeres y como su ejecutoria
(o no ejecutoria) debe ser considerado como otro de los
indicadores requeridos para evaluar los programas en su
justa dimensión del impacto generado.
A la pregunta de cómo se evalúa el programa actualmen-
te, manifiestan desconocerlo; lo único que mencionan
es lo relativo al control de asistencia y, eventualmente,
pruebas tipo “quices”, calificación de tareas, para citar
algunas (en las actividades de capacitación). Otras con-
sideraciones sobre la evaluación del programa o proyec-
to no fueron señaladas. Si bien las mujeres desconocen
cómo los programas son evaluados, cabe reflexionar si
esta es una información que debe subyacer en ellas, o si
más bien es información al interior de las y los gestores
del programa.
Por último, se consultó sobre cuáles aspectos consideran
que se deben valorar para determinar los logros y el éxi-
to del programa, a lo cual indicaron que deben evaluar
los conocimientos adquiridos, así mismo, como parte del
seguimiento, valorar si han logrado aplicar los conoci-
mientos y fortalecer sus negocios. Indicadores importan-
tes para medir el éxito de un programa serían, según lo
comentado por ellas, si la empresaria logra aumentar sus
ventas, ampliar su mercado, agregar valor y mejorar la
calidad de sus productos, bajar los costos y hacer los pro-
cesos más eficientes. Otras participantes indican que solo
el hecho de que a través del negocio puedan garantizar un
ingreso fijo que les permita cubrir los gastos mensuales
básicos (vivienda, alimentación, educación, transporte y
vestimento), ya puede ser considerado un factor de éxi-
to. También mencionaron sobre la necesidad de lograr la
“independencia económica”, gracias al desarrollo y cre-
cimiento de su negocio. Resalta de lo anterior una serie
de cuestiones que podrían considerarse como parte de los
indicadores de logro del programa.
Adicionalmente, señalan como una necesidad que se
brinde una mayor divulgación sobre los casos exitosos,
de forma que, cuente con información y referencia para
comparar lo que otras empresarias han venido ejecutando
y así aprender de las experiencias de las demás.
Como sugerencia, las mujeres indican la importancia de
que se les brinde mayor apoyo en alfabetización digital,
uso de nuevas herramientas tecnológicas, técnicas para
acercamiento a clientes, aliados y fortalecer la gestión de
comercialización. También señalan la necesidad de forta-
lecer sus conocimientos en procesos de formalización y
la existencia de una plataforma digital para comercializar
sus productos, intercambiar experiencias y generar siner-
gias y asociatividad entre las propias empresarias para
que puedan ser más competitivas en el mercado, mejorar
la comercialización y bajar los costos.
Conclusiones y recomendaciones
El emprendimiento es una de las principales opciones que
muchos países fomentan a fin de generar más opciones de
empleo. En los últimos años, el emprendimiento femeni-
no ha aumentado a escala mundial. En caso de Costa Rica
se han desarrollado una serie de programas para apoyar
a las mujeres en este proceso y aunque se reconoce sus
aportaciones, es también cierto que las metodologías de
evaluación utilizadas para medir el impacto y los aportes
generados de su implementación se basan en modelos tra-
dicionales, los cuales generalmente se centran en identifi-
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Petry, P., Herrera, R. y Salas, C. Modelo de evaluación para programas de fomento
del entorno emprendedor femenino.
car aportaciones de tipo más económico y de generación
de empleo. En este sentido, el trabajo realizado presenta
una metodología más amplia de evaluación para progra-
mas dirigidos a fomentar el emprendimiento femenino.
Entre los principales hallazgos y aportes del estudio se
pueden enumerar los siguientes:
Como resultado de los grupos focales realizados a
las mujeres emprendedoras que han participado en al-
gunos programas, se logró identificar algunas áreas de
falencia en las cuales los programas de fomento a esta
actividad deben poner atención. A pesar de los esfuer-
zos ya realizados, hace falta dar seguimiento a los em-
prendimientos, ayudarlos en su crecimiento, fomentar
la asociatividad y la cooperación para intercambiar
experiencias, entre las propias empresarias para que
puedan ser más competitivas en el mercado, mejorar
la comercialización y bajar los costos. Se señala tam-
bién, como una necesidad, dar mayor divulgación de
los casos exitosos como herramientas de aprendizaje
para otros proyectos. Asimismo, es necesario que se
brinde mayor apoyo en alfabetización digital, uso de
nuevas herramientas tecnológicas, técnicas para acer-
camiento a clientes, aliados y fortalecer la gestión de
comercialización y el e-commerce.
Diversos programas se concentran en la capaci-
tación, la formación y la participación en ferias, sin
embargo, hace falta dar mayor seguimiento y apoyo
a posteriori en diversas áreas (acompañamiento, asis-
tencia técnica, financiamiento no tradicional, etc.)
para consolidar los esfuerzos que se realizan por parte
de las mujeres. Esto puede contribuir a evitar las tasas
de mortalidad temprana de emprendimientos.
Se ha corroborado que los modelos tradicionales
de evaluación no presentan una perspectiva integral
para la medición de resultados de los programas de
emprendimiento femenino, se siguen utilizando meto-
dologías más centradas en los resultados económicos
y de generación de empleo, pero no necesariamente
analizan otras variables como las competencias y ha-
bilidades socioemocionales (conocidas como habili-
dades blandas), tales como el empoderamiento, el cre-
cimiento personal, entre otras, que son fundamentales
para la marcha de los emprendimientos, pues permi-
ten consolidar los valores personales que contribuyen
con la consolidación del negocio.
Se presenta una propuesta genérica de un modelo
de indicadores de gestión y resultados para un Pro-
grama de Apoyo y Fomento del Entorno Empren-
7 Estas dimensiones se plantean como parte de la experiencia del equipo investigador en la gestión de evaluación de programas.
A manera de ejemplo, el Ministerio de Planificación Nacional y Política Económica de Costa Rica (MIDEPLAN) en su “Manual de
Evaluación para Intervenciones Públicas” (2017) incluye como criterios la pertinencia, eficacia, eficiencia, impacto y sostenibilidad,
por considerarlos de “aceptación generalizada” (p. 33).
dedor Femenino en Costa Rica, que consta de siete
dimensiones (gobernanza, eficacia y gestión, eficien-
cia, orientación al impacto, sostenibilidad, inclusión
financiera, seguimiento y evaluación)7, con sus res-
pectivos indicadores, los cuales sirven de base para
medir el desempeño y logro del programa o proyecto.
Se propone una serie de pasos para aplicar la
evaluación a un programa modelo de apoyo al em-
prendimiento femenino, lo cual facilita el proceso y
permite comprobar si los resultados alcanzados son
los deseados de acuerdo con lo planificado y con la
ejecución de las acciones, proyectos y programas ins-
titucionales.
Se hace hincapié en la importancia de la eva-
luación tanto ex ante, de medio término (formativa)
como final (o sumativa). Sin perder de vista que la
evaluación se realiza en un momento dado y por lo
tanto el seguimiento del programa (por su carácter
continuo, a diferencia de la evaluación) debe realizar-
se permanentemente y constituirse en una cultura para
garantizar que se sigue por el camino apropiado.
Referente a las recomendaciones, los resultados obteni-
dos del análisis de algunos de los programas existentes
para apoyar el emprendimiento femenino, de la revisión
de modelos de evaluación y de las entrevistas y grupos
focales realizados a participantes en actividades de em-
prendimiento, se deriva su relevancia para el diseño de
acciones de política que promuevan el desarrollo del
emprendimiento que esté más acorde con las necesida-
des y requerimientos de este importante grupo de la po-
blación costarricense consultado. Por su parte, el modelo
propuesto para la evaluación es una herramienta valiosa,
que puede contribuir a mapear de manera más directa e
integral los resultados obtenidos y su concordancia con la
planificación inicial. Asimismo, el uso de la herramienta
y los resultados obligan a incorporar a nivel político y
técnico otros aspectos que hasta ahora no se contemplan
en los programas existentes. Las recomendaciones se di-
viden en dos niveles:
Nivel macro, relacionadas con el sistema de em-
prendimiento nacional en el ámbito femenino.
Nivel micro, relacionado con las instituciones que
promueven programas y proyectos de emprendimien-
to femenino.
Las recomendaciones a nivel macro son las siguientes:
a. Desde el Estado, promover mecanismos o progra-
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Petry, P., Herrera, R. y Salas, C. Modelo de evaluación para programas de fomento
del entorno emprendedor femenino.
mas de emprendimiento femenino que brinden un ma-
yor seguimiento y acompañamiento a las iniciativas
y no solamente actividades de capacitación y forma-
ción.
b. Establecer la política de seguimiento a posteriori
de los emprendimientos y ayudarlos a su consolida-
ción.
c. Establecer políticas para apoyar el emprendimien-
to femenino por oportunidad y no tanto, por necesi-
dad.
d. Establecer mecanismos e identificar las principa-
les demandas o necesidades de las emprendedoras.
e. Mejorar la coordinación y el trabajo conjunto en-
tre las entidades de gobierno y otras organizaciones
que promueven esta actividad.
f. Diseñar mecanismos financieros y de cooperación
técnica que faciliten la generación de vínculos esta-
bles entre los diferentes actores del sistema nacional
de emprendimiento femenino, en los cuales se apoye
tanto las etapas iniciales como las de desarrollo y con-
solidación.
g. Incorporar en la evaluación de los programas la
metodología propuesta, a fin de considerar en la valo-
ración de resultados diferentes aspectos que de mane-
ra más integral faciliten la identificación de resultados
y la obtención de información para la retroalimenta-
ción y la toma de decisiones.
h. Fomentar la creación de incubadoras especializa-
das o procesos de acompañamiento empresarial para
el emprendimiento femenino.
A continuación, se incluyen una serie de recomendacio-
nes a nivel micro que, desde la perspectiva del equipo
investigador, deben incorporar los principales ejecutores
de programas para apoyar el emprendimiento femenino
en su definición y en sus procesos de evaluación.
a. Fomento de la cultura al emprendimiento.
- Fomentar emprendimientos por oportunidad,
enfocados en aprovechar una opción de negocio,
generalmente se orientan al crecimiento y la in-
novación.
- En su gran mayoría los programas están dirigi-
dos a grupos de riesgo. Es importante hacer pro-
gramas mixtos, o establecer programas diferencia-
dos para mujeres con otras condiciones.
b. Alianzas y sinergias para el emprendimiento.
- Fomentar la asociatividad y la cooperación para
intercambiar experiencias, generar sinergias entre
las propias emprendedoras para que puedan ser
más competitivas en el mercado, mejorar la co-
mercialización y bajar los costos.
- Dar mayor divulgación de los casos exitosos y
de fracaso, por medio de charlas, sesiones de tra-
bajo y/o espacios para intercambiar experiencias,
como herramienta de aprendizaje para otros pro-
yectos.
c. Apoyo financiero y técnico.
- Crear programas de financiamiento para la con-
solidación de los emprendimientos femeninos.
- Apoyar la alfabetización digital.
- Incrementar el uso de nuevas herramientas tec-
nológicas, técnicas para el acercamiento a clien-
tes, proveedores, aliados estratégicos, entre otros.
- Fortalecer la gestión de la comercialización y el
e-commerce.
d. Seguimiento y acompañamiento en etapas de consoli-
dación.
- Tomar una serie de medidas para dar seguimien-
to a los emprendimientos y ayudarlos en su creci-
miento.
- Realizar visitas periódicas a los emprendimien-
tos establecidos para verificar su crecimiento y
evaluar posibles ayudas.
- Realizar estudios periódicos que permitan medir
la continuidad de los proyectos.
- Fomentar alianzas con otros agentes del sistema
para que las emprendedoras puedan acelerar sus
negocios, principalmente con las incubadoras y
aceleradoras.
e. Sistemas de evaluación más integrales y acorde a este
sector de la población.
- Incorporar en la formulación de los programas,
las dimensiones y los indicadores propuestos
como resultado de este estudio.
- En los procesos de evaluación utilizar la meto-
dología de las siete dimensiones y sus respectivos
indicadores, a fin de obtener evaluación más inte-
gral de los resultados obtenidos en comparación
con la planificación inicial del programa.
Concluido el presente estudio, se propone como futuras
líneas de investigación, las siguientes acciones:
Con el objetivo de profundizar en el estudio del
emprendimiento femenino, realizar cada dos años es-
tudios para identificar avances en el emprendimiento,
posibles áreas de falencia, brechas, demandas, entre
otras.
Apoyar cada dos años la realización del Reporte
Global de Emprendimiento que se realiza por el Con-
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del entorno emprendedor femenino.
sorcio GEM a nivel mundial, dado que esto permite
tener información y una referencia comparativa a ni-
vel mundial sobre el emprendimiento femenino.
Estudiar el papel de los actores en los procesos de
generación de emprendimientos, haciendo énfasis en
la generación y puesta en marcha de proyectos más
colaborativos. Por ejemplo, el rol de los formadores/
mentores y las incubadoras y aceleradoras.
Validar este modelo para analizar los resultados
obtenidos y realizar los ajustes pertinentes, según co-
rresponda.
Generar redes de contacto regionales e internacionales
para la realimentación en el abordaje de procesos evalua-
tivos en programas de emprendimiento femenino.
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