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Yulök Revista de Innovación Académica, ISSN 2215-5147, Vol. 7, N.º 1
Enero-Junio 2023, pp. 75-84
Montero, C. Rupturas coloniales, formales y patriarcales en el discurso poético de tres
contemporáneos en Centroamérica.
mano de la niña amada con la piel de una cabra (Marín,
2018: 23) constituyendo una comparación con un animal
que no tiene la tradición de este tipo de símil en el pen-
samiento ilustrado, aquí aparece una comparación tierna,
no peyorativa, ya que esta matriz cultural no ha podido
ser ilustrada. En cambio, hay un giro de hacia los funda-
mentos
«Las religiones monoteístas de origen semita han te-
nido un fuerte renacer en los últimos años. Son mu-
chas las causas que se señalan para estos movimientos
que buscan en la religión la respuesta a los proble-
mas contemporáneos. Los fundamentalistas -aquellos
que vuelven sobre los fundamentos de la religión; es
decir, los textos sagrados - opinan que los sistemas
políticos han fracasado en sus planes y no han sabido
responder a los retos del siglo XX» (Marín, 2002: 47)
Como se observa, también, el fundamentalismo en el si-
glo XX es una reacción a las promesas incumplidas y a la
incapacidad del proyecto de la modernidad para solventar
los retos del siglo XX. También el fundamentalismo en la
actualidad tiene mucho de esta energía anticolonial:
«La decolonialidad es, entonces, la energía que no
se deja manejar por la lógica de la colonialidad, ni
se cree los cuentos de hadas de la retórica de la mo-
dernidad. Si la decolonialidad tiene una variada gama
de manifestaciones —algunas no deseables, como las
que hoy Washington describe como “terroristas”—, el
pensamiento decolonial es, entonces, el pensamiento
que se desprende y se abre (de ahí “desprendimien-
to y apertura” en el título de este trabajo), encubierto
por la racionalidad moderna, montado y encerrado
en las categorías del griego y del latín y de las seis
lenguas imperiales europeas modernas…» (Walter
Mignolo en Castro-Gómez y Grosffoguel, 2007: 26).
El sol púrpura inicia con la declaración de un niño que
quiere unirse a los Yihadistas para matar y morir con ellos
(Marín, 2018: 7) esta energía va a estar presente en todo
el texto: «¿Soy yo el único arreglo de la corrupción del
mundo?» (Marín, 2018:51) relacionada con la energía del
amor hacia una niña, su prima:
«Niño bomba
Después de una tarde de apacentar
el ganado bajo el cielo estival,
un ocre cubre nuestras pieles:
se debe al sol, se debe al polvo y a la fatiga
A esta hora, cuando las duras colinas
y los peñascos desnudos
callan sus colores jaspeados,
nadie debería sentarse
a contemplar cómo madura el prado.
Así, paso los días comparando
a mi abuelo con los dátiles,
a mi madre con las cebollas
mientras el calor me caldea,
y luego, siempre, siempre, un reposo fingido
a la espera de un despertar que no llega.
El lazo que me une a mi prima
ese ha ido desatando mi cobardía.
Si pudiera al menos encontrar placer
en el hecho tan sencillo de hacerme mayor…
Si fuera más arriesgado, menos niño, más bom-
ba…» (Marín, 2018: 52).
A nivel formal el texto es sumamente anómalo para la
tradición costarricense desde el diccionario que usa ínti-
mamente ligado no solo a la historicidad del idioma sino
producto de una conciencia plástica como afirma (Re-
gueyra en Marín, 2018, contratapa), ya que el dicciona-
rio se constituye de palabras como «imán» (Marín, 2018:
43), «hamal» (Marín, 2018: 47) que significa carnero,
«baraka» (Marín, 2018: 51). También aparece el versoli-
brimismo y caligramas.
Además, una voz poética que al establecer mucha em-
patía con un tono sincero y bondadoso, nos permite es-
quivar prejuicios y comprender las motivaciones desde la
cultura islámica. El poemario se resuelve con dos finales,
una explosión donde las palabras circulan por todo el tex-
to (Marín, 2018: 72-75) y un final alternativo donde los
amantes se mantienen juntos para estallar: «La aniquila-
ción / es la máxima de nuestro amor. / ¡Este es el día de
la fiesta / de nuestra muerte! ¡Qué avallasadora alegría! /
¡Vamos a estallar!» (Marín, 2018: 83).
Correspondencias El sol púrpura (2018) de
Alejandro Marín, Central América (2013) de
Julio Serrano y Entre una y tres de la mañana
(2008) de Johanna Raabe
En los tres poemarios hay una mirada que rehúye los
adulto-centrismos, esto representa un fuerte cambio
contra el registro del patriarcado, darle voz únicamente
al patriarca. Los testimonios aquí presentes se constitu-
yen desde voces de un niño (El sol púrpura, 2018), una
niña (Central América, 2013) y una voz lúdica femeni-
na (Entre una y tres la mañana, 2008) que constituye un
sujeto lírico joven. Aquí no está presente el testimonio